El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el envío de una fuerza de paz a Darfur, el primer gran paso de la comunidad internacional para detener el conflicto que devasta esa región de Sudán. (EFE)
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó hoy por unanimidad el envío a Darfur de una fuerza de paz de 26 mil hombres que es vista como el primer gran paso de la comunidad internacional para detener el conflicto que devasta esa región de Sudán.
La resolución que autoriza el despliegue de una fuerza híbrida de Naciones Unidas y la Unión Africana (UA) fue presentada por Francia, Reino Unido y Eslovaquia, con el apoyo de Estados Unidos.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sostuvo que se trata de un "poderoso mensaje" para "poner fin a este trágico capítulo en la historia de Sudán".
En una intervención desde la mesa del Consejo de Seguridad, Ban instó a los países interesados en contribuir con tropas a acelerar los preparativos para que la fuerza de paz puede estar sobre el terreno a finales de año.
"Sabemos que esto toma tiempo, pero el tiempo no está de nuestra parte", indicó.
El secretario general agregó que ahora el paso siguiente es reforzar el diálogo auspiciado por la ONU entre el gobierno sudanés y las fuerzas rebeldes de Darfur. Este fin de semana está previsto un encuentro de ambas partes en Tanzania.
Los 26 mil efectivos, entre soldados y personal civil, que conforman la fuerza híbrida constituyen la mayor misión de paz jamás autorizada por la ONU, destacó el embajador estadounidense ante el organismo internacional, Zalmay Khalilzad.
"Esta fuerza cuenta con el enérgico mandato de proteger a la población y poner en práctica los acuerdos de paz de Darfur", señaló.
Khalilzad, de origen afgano, instó a Jartum a cooperar con la comunidad internacional en los esfuerzos de pacificación, y advirtió que la Casa Blanca está dispuesta a decretar sanciones unilaterales si asume un papel obstruccionista.
El texto es el tercero que sus patrocinadores hicieron circular entre los 15 miembros del máximo órgano de decisión de la ONU, tras las intensas negociaciones sostenidas en las últimas tres semanas para lograr un consenso con sus críticos.
China y los tres países africanos (República del Congo, Ghana y Sudáfrica) miembros del Consejo de Seguridad de la ONU consideraron demasiado contundentes las primeras versiones, en las que se acusaba directamente a Sudán por su papel en el conflicto y se le amenazaba con "medidas adicionales" si no cooperaba con la fuerza de paz.
El embajador de China, Wang Guangya, señaló en su intervención que su objetivo siempre fue limitar la resolución al objetivo de desplegar la fuerza de paz, y alabó el papel desempeñado por las autoridades sudanesas.
"El gobierno de Sudán se ha mostrado flexible y cooperativo, lo que la comunidad internacional debe reconocer", agregó.
Por su parte, el embajador de Sudán ante la ONU, Abdalmahmood Abdalhaleem, dijo a la salida del Consejo de Seguridad que la resolución deja claro el carácter africano de la misión, y celebró que se dejara fuera del texto las amenazas a su país.
Producto de las incesantes consultas de los últimos días, el texto adoptado hoy elimina las referencias al Gobierno sudanés, atenua el léxico y no contempla la adopción de medidas adicionales.
El conflicto en la región noroccidental del país se remonta a febrero de 2003, cuando el Movimiento de Liberación de Sudán (MLS) y el Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI) se alzaron en armas para protestar contra la pobreza y la marginación de la zona.
Desde entonces, se calcula que la guerra ha causado más de 200 mil muertos y unos dos millones de desplazados y refugiados.
