Varios enfrentamientos se registraron ayer durante la celebración de las elecciones presidenciales en Nigeria. (EFE)
Numeralia: 61 millones de electores estaban convocados a los comicios presidenciales en Nigeria.
Nigeria celebró ayer elecciones presidenciales y parlamentarias opacadas por un frustrado ataque contra la sede electoral, el intento de secuestro de un candidato, denuncias de robo de papeletas y el retraso en apertura de casillas.
La jornada en el país más poblado de África por sus 140 millones de habitantes, fue valorada negativamente por la delegación de la Unión Europea (UE), pues las casillas no abrieron como estaba previsto y algunas tuvieron escasa o nula afluencia de sufragantes.
Poco antes de que comenzara la votación, con la que se dará el primer traspaso de poder de un presidente electo a otro, las Fuerzas de Seguridad frustraron un intento de ataque con un camión cisterna contra la sede de la Comisión Nacional Electoral en la capital Abuja.
Horas antes, un grupo de militantes en la región petrolera Delta del Níger, irrumpió en la oficina del candidato a la vicepresidencia por el partido gobernante, con la intención de secuestrarlo, pero fracasaron, informó la Policía.
Ambos hechos retrasaron la apertura de algunas de las casillas, prevista para las 09:00 horas locales (08:00 GMT), en todo el país, a las que estaban convocados unos 61 millones de electores, de acuerdo con reportes de prensa conocidos aquí.
Las autoridades electorales nigerianas reportaron, empero, una amplia concurrencia de votantes a las urnas, que cerraron a las 17:00 horas locales (16:00 GMT), en medio de denuncias de los partidos de Oposición de robo de boletas, lo que impidió votos.
Las acusaciones fueron contra el Partido Democrático del Pueblo (PDP), del presidente Olusegun Obasanjo, quien al emitir su voto poco después del mediodía en su natal Abeokuta, suroeste nigeriano, acusó a su vez a la Oposición de intentar demorar los comicios.
En un mensaje la víspera, Obasanjo -quien traspasará el poder el próximo 29 de mayo- pidió a la ciudadanía votar de forma pacífica ayer sábado, al admitir que en los comicios estatales de hace siete días hubo errores debido a las limitaciones del país.
La Comisión Nacional Electoral de Nigeria indicó que se entregaron las papeletas de votación completas en todos los distritos electorales, sin embargo el candidato de Oposición Muhammadu Buhari lo rechazó y dijo que “no fue una elección libre y justa”.
Cientos de jóvenes con palos golpearon vehículos estacionados en las calles en Daura, ciudad natal de Buhari, después que se reportara la desaparición de miles de boletas, pero los inconformes se dispersaron tras un llamado del candidato a la calma.
En la norteña Kano, hombres armados con espadas y pistolas robaron urnas, mientras un oficial electoral fue secuestrado en el suroriental estado de Ondo.
Maurice Iwu, comisionado electoral, responsabilizó de la violencia a “nigerianos desesperados” que buscan sabotear la democracia, al criticar los incidentes ocurridos pese a la amplia presencia de policías y soldados en las principales ciudades.
Indicó que la votación inició algunos minutos después de lo programado en algunos sitios debido a que alrededor de 60 millones de boletas fueron reimpresas por orden de la Suprema Corte, el pasado lunes.