Un estudio de la Motion Picture Association (MPA) de México entregado a la Cámara de Diputados revela que en el país existen al menos 165 “mercados negros” en los que operan unos cuatro mil 800 negocios establecidos y 25 mil puestos ambulantes, donde se comercializan copias “pirata” de películas que se encuentran en cartelera o próximas a estrenarse.
El documento señala que desde 2003, la “piratería” en el país crece sin control por la falta de regulación del comercio, en especial en los estados y municipios. El texto, que fue entregado ante la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados, dice que los aseguramientos de la Procuraduría General de la República (PGR) tienen un impacto de corto plazo, ya que un día después de las acciones policiacas, estos comercios vuelven a funcionar “sin que el municipio lo impida”.
Además, agrega, no se puede iniciar procedimientos administrativos por falta de apoyo de las secretarías de Seguridad Pública y de información de los municipios sobre locales y ambulantes “pirata”.
De igual forma, el mercado negro ha impedido la entrada del “producto popular”, una opción legal a bajo costo para evitar la “piratería”.
La solución, indica el texto, es que los gobiernos estatales firmen un compromiso para combatir el fenómeno, además de impulsar las reformas a las leyes federales pendientes.
Explica que se tienen detectados 165 mercados negros especializados en “piratería” de películas.
Asimismo, mientras la industria legal da empleo a cien mil personas, se informa que la “piratería” da trabajo a 30 mil personas.
En el Programa Antipiratería de la Industria de las Obras Cinematográficas y demás Obras Audiovisuales, se señala que este fenómeno conlleva tres problemáticas que deben ser resueltas a la brevedad.
Entre éstas destacan las prácticas delictivas y para ello es necesario controlar el mercado mayorista y la producción y distribución, así como el contrabando de materia prima.
Otra, la regulación del comercio, que tiene que ver con la venta minorista “preconcebida”, por “confusión” y por “necesidad”.
Se identifican también, indica el estudio, los “malos hábitos de consumo” generados por la pobreza, la inmoralidad, el desconocimiento, la ausencia del producto y la venganza o imitación, y el engaño.
Según la MPA, de 1999 a 2006 el Gobierno Federal tuvo los mejores resultados jamás vistos con acciones administrativas del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y penales de la PGR.
Así, las tres problemáticas fueron combatidas con acciones de la PGR y la PFP, mientras que la venta minorista fue atacada con acciones de los estados, municipios y la propia industria. Los “malos hábitos” de consumo fueron atacados a través de la comercialización, educación y convencimiento.
Esto, aunado a la legalización de videoclubes a través del Plan Amigo, hoteles, autobuses y campañas de convencimiento, pero según el análisis en el panorama actual, “esto no basta”.