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Dallas, texas.- Una jueza federal en Brownsville, Texas, accedió posponer hasta el cinco de noviembre próximo el juicio contra el narcotraficante mexicano Osiel Cárdenas, luego que tanto la fiscalía como la defensa en el caso le solicitaron el aplazamiento.
En una opinión emitida el pasado ocho de marzo y conocida ayer, la magistrada Hilda G. Tagle aceptó conceder más plazo para que tanto la fiscalía como la defensa “tengan el tiempo razonable para una efectiva preparación para los procedimientos del juicio”.
Sin embargo, Tagle les negó a las partes la petición de clasificar el proceso como complejo.
Tanto la fiscalía como la defensa habían solicitado a la jueza, en una moción conjunta, certificar el caso como complejo al exponer la gran cantidad de documentos a revisar y traducir y el alto número de testigos que deberán ser llamados.
“La Corte encontró que sería inapropiado certificar este caso como complejo, porque esto serviría como base para retrasar el tiempo del juicio por cualquier contingencia” que pudiera surgir en un futuro, precisó en su opinión la jueza Tagle.
La magistrada dispuso luego que la fecha limite para interponer mociones en el caso fuera ahora hasta el 15 de agosto próximo y para responder a las mismas hasta el 14 de septiembre siguiente.
La reunión final de las partes y de la jueza previa al juicio fue programada para el 30 de octubre y la selección del jurado para el cinco de noviembre, con lo que se da inicio al juicio.
TESTIGOS Y EVIDENCIAS
La fiscalía en el caso estimó que llamará a más de un centenar de testigos, muchos de los cuales están en prisiones federales en Estados Unidos, otros residen fuera de Texas y algunos incluso en el exterior del país.
Durante el juicio, la parte acusadora intentará introducir evidencias que se extienden a un periodo de entre cuatro y nueve años a la fecha.
El Gobierno tratará de proveer evidencias de cuando menos 19 decomisos (de droga) y presentar más de mil páginas de documentos decomisados en más de 15 cateos a diverso lugares de Texas y Georgia.
Evidencias adicionales en el caso incluyen “miles de conversaciones interceptadas autorizadas por la Corte” conducidas en Brownsville y McAllen (Texas) y en Atlanta (Georgia) en más de diez teléfonos.
Las conversaciones grabadas están contenidas en cientos de audio casetes o en CD’s. La vasta mayoría de las llamadas telefónicas interceptadas está en español, por lo que se requerirá de traducción al inglés.
Cárdenas, de 39 años y quien fue extraditado por México el 19 de enero pasado, es considerado por las autoridades estadounidenses como el principal capo extraditado en los últimos años.
Está acusado en el Distrito Sureste de Texas de 17 cargos federales, incluido diez por posesión con intento de distribución y contrabando de diversas cantidades de marihuana y cocaína.
Además se le acusa de cinco cargos por asalto y amenaza a agentes federales y locales, uno por “lavado” de dinero en más de 500 mil dólares y otro por mantener en operación una empresa criminal.
De ser declarado culpable, Cárdenas enfrenta una sentencia de cadena perpetua y el decomiso de unos 300 millones de dólares.
