Las agresiones y delitos contra periodistas registran un aumento considerable en los últimos años, de ahí la importancia de conocer a detalle los métodos de queja y denuncia que avala la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en su programa permanente de Agravios a Periodistas.
Luis Raúl González Pérez, director del Programa de Agravios a Periodistas de la CNDH, expuso dos conferencias a universitarios, editores y reporteros de El Siglo de Torreón y el periódico La I, donde enlistó una serie de procedimientos a seguir.
En un 700 por ciento se han incrementado las quejas por agravios a periodistas de 2000 a la fecha y el año 2006 fue el que mayor número de homicidios registró: diez.
Considerado como un grupo vulnerable, la CNDH ofrece un medio más de defensa y protección de los periodistas desde la creación del programa especial en 1991 y en 1995 incluye también a los defensores civiles, que desde otro frente, son objeto de abusos similares.
Documentado, González Pérez mostró cómo en el año 2000 se recibieron 13 quejas en la Comisión por agravios a periodistas y la cifra aumentó hasta el año 2004 con 43 quejas, y dispararse en 2006 con 74 quejas, cantidad similar hasta octubre de 2007.
El ejercicio indebido del cargo de un funcionario público, amenazas, atentado contra la libertad de expresión, son las principales voces de las quejas de los periodistas en la CND, entre las que se incluyen las acciones de agentes federales que tratan de prohibir a un reportero o fotógrafo hacer su trabajo en la calle, utilizando la intimidación.
Para complementar las conferencias, Julio César Torres, integrante de la Cruz Roja Internacional para Latinoamérica expuso una serie de medidas de protección que deben adoptar los periodistas al atender disturbios, tensiones, conflictos armados y no armados, ponderando siempre la seguridad del informador.
Recomendaciones simples como el análisis del escenario donde se va a generar la noticia, así como el cuidado con la vestimenta y la utilidad de accesorios en situaciones extremas, fueron mencionadas por el ponente, que al final sugirió la creación de manuales de procedimientos en función de las distintas circunstancias que puede afrontar un periodista en el día a día.