Llamaron poderosamente mi atención las declaraciones vertidas por el guardameta nacional y del Santos Laguna, Oswaldo Sánchez en una entrevista concedida al titular del noticiero de Televisa Deportes, Javier Alarcón, el lunes por la noche; a pregunta expresa del comunicador en torno a la patada que el arquero tapatío le había tirado a un jugador de la selección de Estados Unidos, luego del segundo gol anotado por esa escuadra, Sánchez afirmó, palabras más o menos, que no le gustaba que se burlaran de él ni de su país y que lo había hecho para defender a su patria.
Extraño patriotismo este de Oswaldo pues me parece que no es un terreno de juego el mejor escenario para envolverse en la bandera y flagelarse por un agravio; cierto es que en otras ocasiones con su calidad y profesionalismo ese mismo personaje ha salvado a sus diferentes equipos y al Tri de la derrota y es precisamente esa la forma de amar unos colores y a un país.
Quizá Oswaldo, a quien admiro y respeto, olvida que un jugador de su tamaño es visto e imitado por miles de jóvenes que lo ven como su ídolo y que actitudes agresivas como la que mostró en el debut del combinado tricolor en la época de Hugo Sánchez sólo demuestran no saber perder ni canalizar el ardor lógico de que te gane el odiado rival.
La realidad es que Estados Unidos ejerce de un tiempo a la fecha una paternidad sobre México en futbol que ya resulta molesta y que Landon Donovan, quien dista mucho de ser simpático, fue el que le pintó la cara a Oswaldo con una maniobra que puso de manifiesto su calidad y eso calienta pero de ahí a que este extraordinario portero se quiera convertir en un moderno General Anaya, que por cierto también odiaba a los gringos, media una distancia considerable.
Este militar mexicano, Pedro María de nombre, fue quien defendió el Convento de Churubusco de las tropas del General Scott durante la invasión norteamericana a mediados del siglo XIX, y al ser requerido por el invasor para que entregara las armas pronunció su inmortal frase: ?Si tuviéramos parque, usted no estaría aquí?.
Quizá por ello, y como un homenaje tardío a la memoria de este valiente, las autoridades del Distrito Federal le construyeron en la zona del Convento... ¡un parque!.
Bueno, el caso es que hay que dejarse de bravatas patrioteras y ponerse a trabajar de cara a lo que viene, Copa de Oro, Copa América y las eliminatorias al Mundial, y exhortar al gran Oswaldo a que asuma un liderazgo genuino e impecable en la Selección, que se recupere pronto de la lesión que lo aqueja y que contribuya a la salvación de esa querida institución que es el Santos.
Por otro lado, hay que resaltar el buen inicio de los clubes mexicanos que participan en la Copa Libertadores; coincidentemente América, Necaxa y Toluca fueron al Cono Sur en calidad de visitantes, y de sus respectivos encuentros se trajeron la victoria por idéntico marcador, lo que habla del buen nivel de estos cuadros.
Hemos comentado en este espacio el decrecimiento de la calidad del evento, por lo que creo que a diez años del debut de los clubes aztecas en esta justa ya se perfilan los merecimientos para ganarla. Ojalá así sea.