Oswaldo apaga 34 velas
El portero Oswaldo Sánchez fue festejado por su cumpleaños ayer en Santa Rita.
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Entró el otoño en el Hemisferio Norte y con ello un año más de vida del cancerbero de los Guerreros, Oswaldo Sánchez, quien en el Centro de Alto Rendimiento Santa Rita continúa la rehabilitación de la operación en su hombro izquierdo. Hace 34 años en la Perla Tapatía, el también capitán de los albiverdes vio por vez primera la luz de este mundo. En su onomástico, el arquero hizo una pequeña pausa en el trabajo de gimnasio que realizaba para que con el consentimiento del doctor Jorge Galván Zermeño apagara las velas de su pastel y expresara su sentir. “La verdad me siento contento, aunque para ser futbolista sí son ya muchos años, es una edad madura para este deporte, pero estoy bien contento, fuerte, con ganas y deseos. Es un cumpleaños diferente, desafortunadamente me toca estar en esta instancia, aunque cuando Dios me brinda cosas positivas por todos lados y hay una lesión, mantengo la fe, la misma alegría y la disposición para estar siempre bien”. El mundialista en Alemania 2006 destacó que hay mucha tranquilidad en su persona, ya que el liderato general del equipo lo mantiene en esa posición, por lo que está muy motivado con el accionar de sus compañeros y eso hace disminuir el dolor posterior a la intervención quirúrgica a la que fue sometido. Acerca de la coincidencia de fechas entre su lesión y la del colombiano Miguel Calero externó: “fue algo raro, que de repente dos porteros de Primera División se hayan lesionado de alguna forma parecida, de gravedad, pero el futbol es así, Dios lo dispuso de esta manera, y en lo personal deseo que se recupere él y yo haciendo una gran rehabilitación para reaparecer bien”. Sánchez Ibarra comentó que nunca le ha deseado mal a nadie, ya que ante todo tanto él como el capitán de los Tuzos del Pachuca son seres humanos que se desempeñan profesionalmente como futbolistas y porteros, esperando que esta prueba de la vida la puedan superar sin mayor contratiempos y estar bajo los tres postes. Al término de la práctica albiverde, a Oswaldo ya lo esperaba su Club de Fans encabezado por dos tapatías de nombre Lety y Karen, quienes le cantaron Las Mañanitas, le entregaron flores, regalos, globos y un pastel, además lo felicitaron con efusivos abrazos y se tomaron la fotografía con el guardameta. Por la tarde, este grupo le llevó serenata al portero en su domicilio particular.
