Outsourcing, opacidad en detrimento de trabajadores
Evaden empresas seguridad social y pago de contribuciones
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Cada vez es más frecuente que en México las empresas utilicen diversas figuras jurídicas para simular sus relaciones laborales. Las prácticas más frecuentes son el esquema de “asociados”, sociedades en comandita o el outsourcing.
Bajo cualquier nombre, la práctica se resume en evitar o eludir las cargas tributarias y sociales, especialmente el pago de prestaciones y las cuotas patronales al IMSS, SAR e Infonavit. Representantes empresariales, sindicales, académicos, y abogados, coinciden en que con el pretexto de que la globalización modificó y flexibilizó las condiciones económicas, la “nueva cultura laboral” se ha reducido a al búsqueda de convenios distantes a lo que, hasta el día de hoy, marca la Ley Federal del Trabajo (LFT).
Esquemas como el outsourcing precarizan el empleo, encubren relaciones laborales informales y favorecen la evasión fiscal. Bajo ese esquema, el registro del empleo formal crece, pero de manera eventual y sin seguridad para los trabajadores.
Javier Lozano, secretario del Trabajo, externó su preocupación por el auge de estas figuras.
Consideró urgente regular el outsourcing ya que so pretexto de que se contrata a una tercera empresa para hacer un servicio, los patrones dejan de ofrecer a sus empleados beneficios inherentes a la contratación como son las prestaciones de ley.
Hugo Italo, presidente de la Comisión Laboral de Canacintra, explicó que la práctica de evadir a las leyes con contratos mercantiles o convenios civiles, en lugar de una subordinación laboral que marca la LFT, es cada vez más frecuente.
Las empresas si no buscan pagar por honorarios, contratan a “asociados” prestadores de servicios para delegar la relación laboral. “Esta es una práctica que crece a ritmos anuales de diez por ciento”, dijo.
Enrique Aguilar Borrego, presidente del Congreso del Trabajo (CT), hizo ver que estos esquemas de contratación no están regulados, por lo que los patrones cometen abusos en contra de sus trabajadores.
“Lo que hemos visto son casos lamentables en los que subcotizan al Seguro Social, donde están al margen de sindicatos y con ello creen que se ahorran unos cuantos centavos, cuando en realidad lo que lastiman es la viabilidad y el futuro en cuanto hace al retiro, la cesantía y pensiones de los empleados”, puntualizó a su vez el representante de Canacintra.
Se busca bajar costos
Sin embargo, Edmundo Escobar, director de Rolling Personnel, empresa perteneciente a la Asociación Mexicana Empresas de Capital Humano (AMECH) defendió al outsourcing en México y expuso que la subcontratación en el país está contemplada en el Código Civil (pero no en la LFT) desde hace más de 100 años, y lo que se busca es bajar los costos.
Destacó que esta asociación, que agremia a más de 14 empresas dedicadas al outsourcing y que manejan a más de 100 mil empleados, busca operar bajo el marco legal.
Mario Rodarte, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), estableció que estas prácticas no son convenientes para el país, porque no retribuyen al erario, vía impuestos; además de que no crean un soporte para jubilados.
Pugnó por una flexibilidad de la ley que evite que las empresas sigan pagando altos costos en la contratación y que ello las aliente a buscar otras acciones como son el pago de honorarios o la terciarización. “Es una práctica recurrente que se usa para no generar pasivos laborales, porque la ley señala que si la empresa da recibos de honorarios y vienen en sucesión de un mismo patrón se presume la existencia de un contrato. Por ello, las empresas hacen interrupciones por unos días para no crear esa antigüedad”, reconoció.
Laura García, gerente de Relaciones Públicas de Manpower, reconoció que muchas empresas incurren en prácticas ilegales sin ser sancionadas porque, por ejemplo, “no dan de alta a los reclutados ante el IMSS”.
Las outsourcing iniciaron a finales de los 80 en Estados Unidos con el objeto básico de abatir costos y para que la operación interna de las empresas fuera más eficiente, más barata, expone Roberto Sánchez de la Vara, académico del departamento de estudios empresariales de la Universidad Iberoamericana.
Precarización laboral
Fernando Salgado Delgado, representante de la CTM, subrayó la importancia de que las autoridades atiendan urgentemente esa situación, pues las agencias de outsourcing ni las propias empresas que lo utilizan pueden actuar de forma irregular.
Lo que están haciendo, es lucrar con los derechos de los trabajadores por encima de las autoridades, además de que van en contra del espíritu social del sindicalismo mexicano.
Muchas de las outsourcing cambian de residencia en cualquier momento y trabajan mediante honorarios, contratos de protección y formas especiales de pago, burlan la Ley y atentan contra los derechos básicos de los trabajadores; además burlan el derecho de la seguridad social.
Para Enrique Aguilar Borrego la adopción de esquemas de subcontratación sólo precarizan al empleo y promueven el subempleo.
“Durante mucho tiempo, legisladores, motivados por el sector privado, han querido introducir al Congreso iniciativas de reforma a la LFT o la nueva cultura laboral para flexibilizar la contratación de los trabajadores para disminuir”. No obstante, dijo, esto provocará una mayor tasa de desempleo e informalidad.
Edmundo Escobar, de Rolling Personnel, comentó que las empresas ousourcing en México “están legalmente constituidas y pagan a sus trabajadores todas las prestaciones de ley y cumplen sus obligaciones”.
Crece 26.8% subocupación
Al cierre del primer trimestre de 2007, la población subocupada en México creció 26.8 por ciento con respecto al mismo periodo de un año antes, destaca la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo al primer trimestre.Existen 3.2 millones de personas subempleadas y 41 por ciento del total se declara dispuesta a ‘chambear’ más, con el fin de incrementar sus ingresos.
El 49 por ciento se encuentra laborando en el mercado de trabajo de manera intermitente, afectado por la caída en el ritmo de las actividades ejecutadas.El resto trabaja menos de 35 horas por razones de mercado.
El total de quienes desempeñan un trabajo parcial representa 7.6 por ciento de todos los ocupados en el País. La población subocupada es aquella que está trabajando, pero con la necesidad y disponibilidad de laborar más tiempo de lo que su actividad actual le permite.
En materia de remuneración, 27 por ciento de la gente que se encuentra en el subempleo gana hasta un salario mínimo, es decir, mil 500 pesos al mes.
Otro 25 por ciento, hasta dos minisalarios y solamente seis por ciento, más de cinco. Luis Manuel Guaida, asesor de la Cámara Americana de Comercio, aseguró que la creciente subocupación en el País es el resultado de una ausencia de nuevas vacantes en el mercado laboral.
La gente, explicó, tiene necesidades y se ocupa en lo que sea, en actividades con horarios de trabajo cortos y como consecuencia con remuneraciones bajas y sin prestaciones sociales. En otros casos, dijo, este tipo de empleos ofertados, a los que se les puede calificar como precarios, se derivan de las condiciones económicas en las que viven las micro y pequeñas empresas, que no tienen la capacidad financiera para generar puestos de trabajo de largo plazo.
Enrique Aguilar Borrego, presidente del Congreso del Trabajo, se manifestó preocupado por este incremento del subempleo, debido a que es un reflejo de que las políticas en materia laboral no están dando el resultado esperado.
Criticó a quienes piensan que a final de cuentas, un trabajo en la subocupación es un empleo generado. Aguilar aclaró que se trata de un puesto de trabajo en condiciones precarias, que a nadie debe enorgullecer.
Alfonso Bouzas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, advirtió que es necesario hacer algo de manera inmediata contra este fenómeno, pues se está convirtiendo en una salida falsa contra la falta de oportunidades de trabajo en México. (Agencia Reforma)