EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Energizante resultó la presentación del virtuoso guitarrista Thibault Cauvin, en el cuarto concierto de la Temporada 2007 de la Camerata de Coahuila.
El programa estuvo compuesto de obras de Vivaldi, Catelnuovo-Tedesco, Stravinsky y Bizet. La participación de Cauvin se limitó a la primera parte del concierto, llegando muy relajado y contagiando al público desde un principio, al dejar un poco la formalidad de lado.
El destacado intérprete francés demostró en cada una de las piezas su calidad, la limpieza y claridad de su trabajo, pero además dio un toque muy diferente al concierto con su arrojo y frescura.
Con expectativas cumplidas, el músico abandonó el escenario acompañado por el aplauso del público y como agradecimiento, Cauvin de muy buen humor dirigió unas palabras al público e interpretó Rocktypicauvin como encore: ?Ahora voy a tocar esto que es una obra que escribió mi papá para mí?, dijo a la audiencia.
Después del intermedio la orquesta comenzó con la rítmica Suite No. 2 de Igor Stravinsky, llena de abruptas rupturas con las que se dio paso de la Marche, al Valse, la Polka y finalmente el muy conocido Galop.
En esta segunda parte del programa la Camerata de Coahuila tocó con maestría la Suite Carmen de Bizet, compuesta por el Preludio, Aragonesa, Intermezzo, Seguidilla, Los Dragones de Alcalá, Marcha de los Contrabandistas, Habanera y la Danza Bohemia con tintes españoles y muy rítmicos, que fueron ejecutados a la perfección por la orquesta que estuvo, como siempre, muy bien dirigida por Ramón Shade.
Al terminar el concierto la orquesta dio las gracias y el director se despidió, pero ante la ovación del público Shade se vio obligado a regresar y ofrecer como encore el alegre Galop, de la suite de Stravinsky, lo cual agradeció el público con más aplausos.
