CUPIDOS
Parecen cupidos
lanzando sus flechas
y muy bien erguidos
para no fallar
abriendo las brechas
del triste camino
que cierra las puertas
de la sociedad.
Disparan flechazos
de odio e intrigas
que como plumazos
llenos de mentiras
pegan en el centro
causando por siempre
dolientes heridas
flechazos cargados
de orgulloy soberbia
que impiden al hombre
disculpa pedir
y como cupidos
aquellas estatuas
de duras estatuas
llenas de artimañas
arreglan las cosas
a su parecer.
Del libro:
En el Alarido de lo Inmarcesible.