Nosotros con humildad
creemos en tu excelencia
que reina siempre tu esencia
que encierra la Trinidad.
Por tu amor y tu ternura
y por tus muchas bondades
el mundo no tiene edades
quitando toda amargura.
Que tus muchas bendiciones
que como padre eterno
nos das a los hombres tierno
y nos colmas de tus dones.
Quien amándote no siente
trocarse en alegría el llanto
eres la fuerza y encanto
es tu compañía clemente.
Los Salmos son melodías
que decimos como un ruego
orar y evitar el fuego
así cantaba Isaías.
Nunca tomemos venganza
de todo lo que nos aterra
que se nos abra la tierra
si en Ti no está la esperanza.
Que tu sombra protectora
nos proteja a toda ley
te lo pedimos tu grey
tu asistencia en la última hora.
Del libro:
En el Alarido de lo Inmarcesible.