Los McCann mantienen que son inocentes y precisan que confían al cien por cien en los amigos con los que estuvieron en el Algarve en el mes de mayo. (EFE)
Kate y Gerry McCann, los padres de Madeleine, la niña británica desaparecida el pasado mayo en Portugal, insistieron en su inocencia en una entrevista exclusiva con un canal de televisión español y aseguraron que creen que Madeleine sigue con vida "en la calle".
Kate y Gerry McCann rompieron hoy su silencio en el canal de televisión privada Antena 3 al que concedieron una entrevista en exclusiva.
La cadena se convierte así en la primera televisión del mundo en entrevistar al matrimonio McCann tras ser declarados sospechosos de la desaparición de su hija.
Antena 3 precisa en un comunicado que los McCann creen que Madeleine sigue con vida "en la calle" y piden la colaboración de la gente de España, Portugal y el norte de África que pueda proporcionar cualquier información sobre su hija.
Los McCann anunciaron que han abierto una línea telefónica para pedir ayuda a la población en la búsqueda de su hija en España, Marruecos y Portugal.
El número español (34 902 300213) funcionará las veinticuatro horas del día y será atendido por detectives privados para recibir información sobre el posible paradero de la menor, indicaron.
En la entrevista, el matrimonio se muestra "mucho más optimista" con el trabajo del nuevo jefe de la investigación sobre la desaparición de la menor, Paulo Rebelo, que mantiene abiertas todas las líneas de investigación.
Los McCann mantienen que son inocentes y precisan que confían al cien por cien en los amigos con los que estuvieron en el Algarve en el mes de mayo.
Respecto a la teoría de la sedación de los pequeños, el padre subraya que "sugerir que los niños pudieran estar drogados es un ultraje" y "no tiene ningún sentido", mientras que Kate McCann indica que "sólo puedo decir que soy la madre de Madeleine y sé que alguien se la llevó de ese apartamento y quiero que me la devuelvan. Todo lo demás es una tontería".
Madeleine desapareció de la habitación en la que dormía con sus dos hermanos gemelos, de dos años, en un centro turístico de Praia da Luz, en el sur de Portugal, mientras sus padres cenaban en un restaurante del complejo vacacional.