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Palabras de Poder

Jacinto Faya Viesca

Sabiduría de la Antigua Roma

“Es muy luchista”; este refrán popular nos quiere decir que cierta persona es muy empeñosa y que enfrenta las dificultades. “La lucha por la existencia”, es otro pensamiento popular que indica la necesidad de trabajar para ganarse la vida. Y también se dice de un enfermo, que “lucha contra la muerte”.

Luchamos contra algo, cuando nos enfrentamos a ello, ya sea contra circunstancias problemáticas de la vida o bien, cuando nos enfrentamos contra otras personas, ya sea de manera física, económica o usando nuestras ventajas. Lo cierto, es que todas las personas, sin excepción alguna, a lo largo de nuestra vida se nos van presentando retos, problemas y circunstancias contra las que tenemos que luchar o bien, evitar la lucha y huir.

El eminente médico inglés CANNON, describió todo el proceso fisiológico que se dispara cuando un animal o una persona se enfrenta a un determinado peligro y al enfrentarse, asume una de estas dos posturas: o se enfrenta al peligro, lo que constituye una actitud de lucha o bien, rehúsa a luchar y huye.

En nuestras vidas, esto de una manera u otra siempre lo estamos haciendo: luchamos o huimos, aun cuando en muchas ocasiones no nos demos plenamente cuenta de ello. Trabajar con esfuerzo y constancia es una lucha permanente, así como la pereza y el exceso de comodidad son en realidad una huida. Cuando una persona sufre de algún trastorno emocional se vuelve incapaz de trabajar y ante obstáculos difíciles, tendrá por lo general a la huida. El inventor del psicoanálisis, FREUD, decía que una de las finalidades más importantes del psicoanálisis consistía en hacer capaz a todo enfermo, de poder amar y trabajar.

Una sentencia de la Antigua Roma dice: “Aprende a resistir si quieres vencer”. Nuestra actual civilización Occidental nos ha debilitado enormemente nuestra capacidad de lucha. Podríamos tener razón si dijéramos que la sociedad Occidental de nuestros días ha creado las condiciones sociales para que las personas fácilmente podamos adquirir una verdadera “fobia” ante las dificultades de la vida. Y la manera como esta fobia se manifiesta claramente es nuestra menguada capacidad de lucha.

Comparar a nuestra sociedad actual con la sociedad Antigua de Esparta, Atenas o Roma, sería algo grotesco. Los espartanos, atenienses y romanos de la Antigüedad y muchos otros pueblos de esa época en todas las latitudes del mundo, veían como algo muy natural las dificultades que la vida les presentaba. Luchar contra las adversidades era parte natural y normal de sus vidas.

En cambio, hoy en día, le tenemos fobia, miedo y repugnancia a los problemas y cuando se nos presentan, huimos y raramente luchamos.

Los cientos de millones de seres humanos que cada día consumen drogas y alcohol de manera inmoderada, lo hacen en gran parte, porque les parece insoportable enfrentarse a los problemas.

La obesidad, que en muchos países es una verdadera epidemia, responde al mismo problema: atragantarnos de comida para no enfrentarnos a los problemas.

El Romano PUBLILIO SIRO en la Roma Antigua sentenció de manera admirable: “Nunca se vence el peligro sin el peligro”. Este pensador nos quiso decir que ante los peligros nada mejor que enfrentarse a ellos peligrosamente, es decir, arriesgando nuestra propia seguridad.

La Eneida, obra cumbre del poeta romano VIGILIO, nos describe la lucha constante a que se enfrentan sus personajes ante todo tipo de adversidades. La Eneida destaca el esfuerzo heroico, la bravura, la valentía y una serie de virtudes que tiene que ver con la lucha contra las dificultades.

CRITILO nos dice, que si observamos la grandeza de alma de los romanos de la Antigüedad, nos daremos cuenta, que la fobia ante las dificultades y los peligros no existía y en cambio, hoy en día, virtudes como el esfuerzo perseverante y la bravura, las hemos cambiado por la comodidad y la cobardía.

Y si nos damos cuenta plenamente de cada vez que tendemos a huir de los problemas, no podemos dejar de admitir que nuestra actual sociedad está padeciendo de una nueva enfermedad social que jamás había padecido la humanidad a lo largo de toda su evolución y ya muy concretamente, en los últimos cuatrocientos cincuenta mil años: la renuncia a la lucha y la adopción de la huida ante los problemas como una nueva actitud de vida.

Por ello, CRITILO nos aconseja que miremos a las sociedades antiguas y observemos cómo esos hombres y mujeres vivían como actitud fundamental el luchar día a día en contra de todo tipo de problemas. Recordemos, que si bien es cierto que a veces la huida debe ser lo correcto, cierto es también, que el miedo y espanto ante las dificultades se ha engendrado en nosotros gracias a una sociedad que es proclive a la comodidad y a generar sentimientos de terror ante todo tipo de problemas.

¡Aumentemos gradualmente nuestra capacidad de lucha y habremos conquistado un superior grado de elevación emocional y moral en nuestras vidas!

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