En la conformidad de las voluntades existe la verdadera amistad
NIETZSCHE, una de las más deslumbrantes inteligencias de los últimos 500 años, escribió en su monumental obra, Humano, Demasiado Humano, la siguiente reflexión:
“Amigos, nos alegramos los unos a los otros como de plantas frescas de la Naturaleza y nos tenemos consideraciones mutuas: así vamos creciendo como árboles, unos al lado de los otros, y justo por ello rectos y derechos, pues nos ayudamos recíprocamente a subir”.
JULIO CÁSARES define a la Amistad como el afecto entre personas, puro y desinteresado, que nace de la mutua estimación y simpatía. El romano CAYO SALUSTIO dijo: “En la conformidad de las voluntades existe la verdadera amistad”. Y el gran historiador Romano TITO LIVIO escribió: “Las amistades deben ser inmortales y los odios pasajeros.
Hay una expresión popular que todos conocemos y que dice que a los amigos se les conoce cuando estamos en la cárcel o cuando padecemos de una grave enfermedad. Y lo mismo dijo CICERÓN en otras palabras: “El amigo verdadero se prueba en la desgracia”.
Hay un pensamiento en el que todos podemos estar de acuerdo y se lo debemos a CICERÓN, quien por cierto, escribió una obra sobre la Amistad, pensamiento que así lo dejo escrito: “Si suprimiéramos la amistad de la vida, sería lo mismo que quitar del mundo el Sol, porque ningún don tan estimable y deleitoso recibimos de los dioses inmortales”.
Cuando nos referimos a los verdaderos afectos, por un acto de pudor, generalmente nos referimos a nuestro cónyuge, pareja sentimental, a nuestros hijos, padres y hermanos. Pero la experiencia de la vida cada día nos demuestra que el amor entre parejas no es algo seguro, pues más de la mitad de los matrimonios o de las uniones libre termina en un total rompimiento.
Por otra parte, todos quisiéramos llevar excelentes relaciones con nuestros padres. Algunos hemos sido enormemente afortunados en estas relaciones, pero desgraciadamente esto no es una regla que se confirme con escasas excepciones. Todos sabemos que en un desafortunado porcentaje se da en unas pésimas relaciones entre padres e hijos. Padres (casi siempre por parte del padre y no de la madre) que abandonan a sus hijos, hijos que odian a sus padres, constituye una de las desgracias más traumáticas en la vida de todo hijo que fue rechazado por su padre, o el profundo sentimiento de dolor causado por hijos que odian a sus padres.
En el caso de relaciones entre hermanos y hermanas, son comunes la falta de un verdadero amor. La envidia entre hermanos y el desafecto de algunos de ellos es también una desgracia que un buen número de familias experimenta. Hay un dicho popular que dice: “Entre los parientes y el Sol entre más lejos mejor”.
Las relaciones de sangre (padre, hermanos, tíos, primos, etc.) se nos impone por un acto de la naturaleza. ¡Por supuesto, que en la mayoría de las veces se dan verdaderas relaciones de amor en la familia, pero no siempre, por desgracia!
Mientras que los lazos de sangre se nos imponen, los lazos de la amistad no. A los amigos no los impone la sangre, sino la libertad y la simpatía mutua. Casi siempre los lazos de nuestros más grandes amigos son los más fuertes y perdurables y muchas veces más que entre los hermanos. La amistad no está condicionada por cuestiones sexuales ni por formalismos de ninguna clase o costumbre familiar. La Amistad es un inmenso don, uno de los regalos más grandes que la vida nos da. Las grandes amistades no las rompe el deterioro del cuerpo, ni la fealdad causada por un accidente o una enfermedad. En cambio, en el afecto erótico, en la mayoría de las veces, estos factores sí la pueden deteriorar o romper.
Los amigos “nos tenemos consideraciones mutuas”, como lo dice NIETZSCHE y esto constituye el núcleo de toda robusta amistad. Y es que las relaciones entre amigos nunca son de subordinación, sino de igualdad, de una igualdad en el afecto. El verdadero amigo se alegra del éxito de su amigo y se aflige de sus adversidades.
Nos dice NIETZSCHE que los amigos “Vamos creciendo como árboles, unos a lado de los otros”. Y vamos creciendo de esta manera porque, como lo dice CRITILO, porque se da entre los verdaderos amigos la más pura solidaridad en los corazones.
