Pedir consejo es de sabios; y reconsejo, de más sabios.
El poeta Griego ESIODO nos dice: “El mejor de todos los hombres es aquel que por sí mismo comprende todas las cosas; y es también buen hombre aquel que hace caso al que le aconseja bien; en cambio, aquella persona que ni comprende por sí misma ni toma en cuenta los buenos consejos, es una persona inútil”.
Son pocas las personas que por sí mismas comprenden las cosas. Se trata de personas excepcionalmente inteligentes y equilibradas; parece, como si la naturaleza los hubiera dotado de capacidades sobresalientes para entender las cosas, los problemas de la vida, y encontrar las mejores soluciones.
Y aún, cuando la gran mayoría sea como nosotros, personas sencillas y con capacidades normales, aún así, siempre contaremos con el consejo de personas con mayor experiencia. ESIODO nos lo dice claramente: “Y es también buen hombre aquel que hace caso al que le aconseja bien”. Esto lo dijo 700 años antes de Cristo.
El Jesuita BALTASAR GRACIÁN nos insistía en la inmensa riqueza de que disponemos, si sabemos pedir consejo a las personas adecuadas. GRACIAN nos decía que si pedimos consejo a una persona inteligente o sabia, podríamos resolver muchísimos de nuestros problemas. Y esto es verdad, pues la persona que nos aconseja bien (como decía ESIODO), no está implicado en nuestra situación, lo que hace que pueda ser más objetivo. GRACIAN nos aconseja, que aún cuando hayamos recibido un buen consejo pero la situación cambie, debemos acudir al reconsejo, es decir, a un nuevo consejo, pues la situación ya cambió aunque se trate del mismo asunto.
Es increíble, pero la realidad es que hacemos poco uso de esta inmensa riqueza que tenemos de ser aconsejados por personas de experiencia. El poeta Alemán GOETHE, nos narra como él constantemente acudía con sus amigos para que lo aconsejaran, y eso que se trataba de un verdadero genio. Si un genio como él, acudía con sus amigos para solicitar consejo, con mayor razón lo debemos hacer quienes no tenemos las capacidades de un genio.
Hace mil setecientos años que ESIODO bien nos aconsejaba: Acudamos al consejo de otros, y hagamos caso del buen consejo. Para CRITILO es de sabios pedir consejo, pero es de más sabios pedir reconsejo.
