Treinta palestinos, doblemente exiliados de su país y de Irak, abandonaron hoy el campo de refugiados de Rweished, a 60 kilómetros el oeste de la frontera de Jordania con Irak, con destino a Brasil, informaron fuentes de la ONU.
Tras la partida de este grupo de refugiados palestinos procedentes de Irak, quedan 13 o 14 personas en ese campamento a la espera de ser reubicadas en otro país, dijo la responsable regional de información pública de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), Sybella Wilkes.
Wilkes agregó que las negociaciones siguen en marcha para trasladar al último grupo de refugiados antes de que el campo sea cerrado de forma permanente en las próximas semanas.
"Podemos decir finalmente que estas personas podrán disfrutar de unas condiciones de vida seguras en Brasil, lejos de la muerte y de la destrucción", añadió.
Los refugiados serán acogidos en el país latinoamericano por otras familias de palestinos que ya se han instalado en los estados de Sao Paulo y Río Grande do Sul.
La portavoz explicó que los refugiados previamente enviados a Brasil están bien en sus nuevas comunidades: "Los brasileños les han acogido con los brazos abiertos".
Brasil acordó aceptar a más de 100 palestinos que huyeron de Irak por motivos de seguridad después de que sus familiares murieran en ataques perpetrados por las milicias chiies que les acusaban de apoyar el régimen de Sadam Husein.
El país sudamericano tomó esa decisión tras conocer las precarias condiciones de vida de los refugiados en Jordania, algunos de ellos con secuelas psicológicas por haber sufridos encarcelamientos arbitrarios.
A su llegada a Brasil, los refugiados pasan por asistencia médica, psicológica y apoyo para su adaptación social y cultural.
Las ONG Caritas de Brasil y Asociación Antonio Vieira (Asav) coordinan la entrega de ayuda económica para gastos de alquiler, compra de muebles y clases de portugués, en especial para los menores que comenzarán a estudiar en 2008.
Muchos estados árabes y occidentales rechazaron dar asilo a estos refugiados que llegaron al campo de Rweished poco después de la invasión de Irak por parte de las tropas multinacionales lideradas por EU en marzo de 2003.