Pepe levantó suspiros entre las fans. (Fotografía de Érick Sotomayor)
TORREÓN, COAH.- Fue la locura total. Entre “amantes sunt amentes”, “narcisistas” y uno que otro “malaventurado”, Panda hizo estallar la explanada de la Feria Centenario Torreón 2007 con su rock.
Aunque ni por enterados se dieron de que su concierto se enmarcaba en los festejos del Centenario, pues en ningún momento hicieron alguna referencia, con el simple hecho de salir al escenario la noche del jueves los laguneros les perdonaron todo.
El primero en aparecer fue Cross en la batería, después Ricardo y Arturo en las guitarras y por último quien fue el delirio de miles, el vocalista Pepe.
Con Cuando no es Como Debiera Ser, de su última producción Para ti con desprecio, los regios abrieron un concierto que prometía una noche llena de rock y muchos tumultos.
Porque los guardias de seguridad no podían controlar a las miles de chavitas, que gritaban hasta el cansancio a cada uno de los integrantes de la banda para que las voltearan a ver, y que continuamente tenían que ser sacadas de entre la muchedumbre, pues el calor y los empujones estaban a la orden del día. Mientras Pepe y compañía tocaban sin inmutarse Tripulación, Armar Toboganes, Estoy Más Solo que Ayer, Pero Menos que Mañana y 3+1, sin siquiera dirigirse al público que se les entregaba por completo.
Hasta que invitaron a la gente a que disfrutaran la función con la Estrategia Perdida: “Buenas noches Torreón, somos Panda, hace mucho que no estábamos aquí, disfrútenlo mucho”, dijo Pepe para arrancar aún más con los gritos de la muchachada.
Aún no era la mitad del concierto y parecía que las gargantas de sus fans no resistirían toda la noche. “Hoy es noche de sexo”, dijo el vocalista antes de comenzar a cantar “yoo sé que soy poco superficial y que me manejo en la promiscuidad”, las primeras notas de Procedimientos Para Llegar a un Común Acuerdo, que hizo que las almas de los punketos, emos y rockeros se unieran en una sola.
Le siguió otro de los éxitos de su última producción, Narcisista por Excelencia, con la que todos aprovecharon para hacer el “slam” y brincar como nunca. Y aunque muchos se veían bastante bien para tener una “Cita en el Quirófano”, se apuntaron sin dudar cuando Pepe empezó a cantar dicho tema.
El asediado vocalista demostró que Los Malaventurados no Lloran, aunque sus fans sí, pues no podían creer que tenían enfrente a su ídolo y no podían acercarse a él y mucho menos tocarlo. Una de ellas estuvo mucho más cerca que las demás, pues desde su silla de ruedas pudo disfrutar del concierto en primera fila y lejos de los tumultos y apretujones de atrás.
Aunque muchos no alcanzaban a escucharlo por los gritos incesantes, Pepe recordó conmovidísimo a Luciano Pavarotti: “Hoy se fue un grande, el maestro Pavarotti”, dijo mientras alzaba las manos y la vista al cielo en señal de duelo.
Tampoco entendieron mucho del mensaje que dijo antes de interpretar So Violento, So Macabro, momento que aprovechó para la reflexión sobre la creciente violencia en México, a propósito del llamado “asesino de Cumbres”, Diego Santoy Riveroll, en su natal Monterrey.
Esa noche también sonaron Pathetica, Disculpa los Malos Pensamientos, No te Deseo El Bien, Pero Tampoco El Mal, ¡Ah Pero Cómo Vendo Cassettes! y Mala Suerte, igualmente ovacionadas por sus fanáticos laguneros, que dejaron en claro que el rock punk es uno de sus favoritos.
