De atender recomendaciones tecnológicas del INIFAP, los duranguenses podrán competir sin problema en el mercado internacional
PÁNUCO DE CORONADO, DGO.- A pesar de las abismales diferencias y adversidades, Durango estará a la altura en el mercado internacional para competir con los Estados Unidos y demás países exportadores en la comercialización del frijol, aseguran científicos de Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agrícola y Pecuaria (INIFAP).
A menos de un año de liberarse los aranceles para la comercialización de frijol, dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los productores viven en la incertidumbre por la creencia de poder ser eliminados del mercado por la leguminosa de Estados Unidos y Canadá.
Ignoran los campesinos que Durango está posesionado del primer lugar en adopción y distribución de semilla certificada pinto Saltillo a nivel nacional y está por utilizar otra variedad de mayor calidad, bautizada como flor de mayo Anita por el INIFAP de donde emerge.
El maestro en Ciencias, Evenor Idilio Cuéllar Robles, investigador del INIFAP, comenta que la producción de frijol va a la baja por diversos factores como la cultura alimenticia de los mexicanos y los bajos precios del producto que de alguna manera genera la emigración de campesinos al extranjero.
Sin duda es un reto superar los índices de producción y calidad en la agricultura, pues en el estado el año pasado se sembraron 42 mil 500 hectáreas de pinto Saltillo a cargo de algunos mil productores, casi el 8.3 por ciento de 12 mil frijoleros en Durango, por lo que es preciso seguir la cultura de la semilla certificada.
Estima Cuéllar Robles -de acuerdo a investigaciones- que cinco mil campesinos duranguenses han emigrado a Estados Unidos o cambiaron de oficio, se trata principalmente de los jóvenes, de manera que la mayoría de los productores son gente de 50 años o más, fieles a su vocación de hacer producir la tierra a pesar de todo.
Hay campesinos que no cambian sus métodos rústicos de cultivar la tierra, la mayoría persiste en el monocultivo, es decir solamente producen frijol, lo cual es un alto riesgo para generar plagas y enfermedades, es preciso variar al maíz y avena, además de usar la tecnología como el pileteo para evitar se pierda materia orgánica de la tierra.
Por no atender esta recomendación se pierden 30 kilogramos de suelo fértil por hectárea o también de cada kilogramo de frijol producido desaprovechan seis kilogramos de suelo, por eso es elemental el pileteo, la fertilización y la semilla certificada. No es recomendable sembrar la semilla que se levanta.
Además, el Gobierno debe garantizar que los proveedores de semilla entreguen calidad, que no vendan chatarra a los campesinos. El ciclo pasado la Federación subsidió mil 416 toneladas de semilla certificada a gestión del Ejecutivo estatal.
De atender las recomendaciones tecnológicas los duranguenses podrán competir sin problema alguno en el mercado internacional con el frijol, principalmente con calidad, lo cual se tiene al igual que infraestructura como las plantas beneficiadoras, la más grande ubicada en Guadalupe Victoria, principal granero del estado.
Comentó que una vez vencida la ignorancia se eliminarán los temores. No hace mucho ?comenta Cuéllar Robles- llevaron semilla certificada al predio del campesino Eulalio Pérez y en lugar de sembrarla se la comió y no precisamente por hambre.
Otro factor a vencer es el egoísmo en el sector social, se debe erradicar o carcomerá los intentos de superación agrícola. Respecto al consumo de frijol en los hogares, el científico precisó que cada vez disminuye, hace diez años el consumo per-cápita era de 15 kilogramos, hoy andará en nueve o diez. Los 105 millones de mexicanos requieren de 1.2 millones de toneladas, aquí se pueden producir, no es fuerte la amenaza del TLCAN como se especula.
Recordó que la variedad del pinto Saltillo se liberó del INIFAP en el 2000, un año después se trajo la primera semilla a Durango y en 2004 fue adoptada por los duranguenses, pero hasta 2005 se distribuyó con gran éxito.
De hecho, los campesinos el ciclo pasado levantaron más de una tonelada por hectárea, los rendimientos fueron muy buenos, aunque también se incluye una temporada de lluvias oportuna y abundante.
Ahora se prepara a salir al mercado la flor de mayo Anita, cuya variedad se trabaja en los laboratorios del INIFAP desde hace diez años, en fin Durango tiene variedades de frijol que son un plus a nivel internacional, solamente falta que el sector social se organice más, sin egoísmos, con el solo fin de lograr un bienestar familiar mediante mejores ingresos.
Es una obsesión la emigración: Comisariado
La emigración a Estados Unidos se ha convertido en una obsesión en los jóvenes, no es tanto por el desempleo, afirma Humberto Bayona Mendoza, comisariado de Hermenegildo Galeana, cuyo ejido está ubicado a 48 kilómetros de Francisco I. Madero, cabecera municipal de Pánuco de Coronado, Durango.
?A la mayoría de los jóvenes no les gusta el oficio de sus padres y emigran, las 105 parcelas las trabajan 40 personas, más de la mitad somos viejos, los demás emigraron?, dijo.
Comentó que el ejido tiene dos mil 800 hectáreas, de las cuales mil 100 son agrícolas y el resto agostadero; en el 80 por ciento de la tierra se cultiva frijol, 19 por ciento maíz y 1 por ciento avena.
Toda la tierra es de temporal, ?yo cultivo 14 hectáreas y rentó otras 16 para sostener a mi familia, tres de sus hijos trabajan la tierra, tal vez el buen ejemplo y las bendiciones los arraigó, no se han ido al extranjero como los otros?.
Están emocionados con la semilla pinto Saltillo, levantaron una buena cosecha, casi la mayoría aplica tecnología moderna, solamente tres usan el arado, métodos rústicos, no quieren cambiar.
?Sabemos que hay un reto por vencer con el TLCAN para 2008 en que entrará el frijol de Estados Unidos y Canadá sin impuestos, a competir con los nacionales, los viejos estamos para hacer frente a todo, no tenemos otra alternativa, tenemos orgullo y deseos de seguir adelante?, añade.
Por su parte Alberto Zavala Sital, comisariado del ejido Lázaro Cárdenas, comenta que tienen mil 350 hectáreas laborables, de las cuales 200 son de riego, hay dos pozos.
Tienen un padrón de 135 ejidatarios, de los cuales solamente 50 trabajan la tierra, ?el resto se dedica a otros oficios o emigró al extranjero, perdieron la fe en la agricultura?, añade.
Bernardo Bailón Prado, originario del ejido Los Lobos, regresó de Carolina del Norte, Estados Unidos, en noviembre de 2006, en ocho ocasiones ha cruzado la frontera para cubrir contratos de cinco a seis meses.
Aquí se dedica a la albañilería, pues las maquilas pagan 300 a 500 pesos por semana, en Estados Unidos gana siete dólares por hora, o sea más de 560 pesos al día, es abismal la diferencia, por eso en cada oportunidad se ve en la necesidad de emigrar para mejorar su calidad de vida.