Paola Rojas busca la honestidad
El Universal
MÉXICO, DF.- Al ver que su Torre de Babel más bien parece una mamila, Paola Rojas se echa a reír, da la vuelta a la cartulina y comienza un dibujo nuevo. Mientras lo hace, la conductora del noticiario vespertino de canal cuatro contesta.
-¿Qué cualidad prefieres en los políticos?
¡Híjole!, ¿a poco tienen alguna cualidad?
-Supongamos que tienen, ¿cuál prefieres?
La capacidad de conciliación.
-¿Qué defecto no soportas en los políticos?
La mentira.
-¿Y en los periodistas?
Aprecio la honestidad y no soporto la mentira.
-¿Qué evento histórico de México te gustaría borrar?
La matanza del 68. “El dos de octubre no se olvida”, aunque ya no haya fiscalía.
-¿Qué cambio histórico quisieras ver en el futuro?
Lo que más me gustaría ver en este país es que avanzáramos en términos de combatir la desigualdad y la pobreza.
-Edward Murrow alertaba hace medio siglo que la televisión corría el gran riesgo de convertirse sólo en una mera caja con cables y luces, ¿cuál es tu percepción?
Los niveles de audiencia en los noticiarios son interesantes porque ya no necesita suceder una tragedia o ser año electoral para que la gente se interese en ver noticias.
-Ignacio Ramonet, director de ‘Le Monde’, auguró la pronta muerte del periodista, ¿coincides?
Para nada. Creo que hay una transformación importante, entre otras razones, por motivos de la tecnología, pero no creo que el periodista desaparezca.
-¿Crees que el periodista que sale a cuadro dejará de ser un mero lector de las noticias?
Aparecer a cuadro no necesariamente es cumplir un formato y ya. En televisión ciertamente existen espacios exclusivamente informativos, pero también de análisis y reflexión, igual que en el resto de los medios de comunicación.
-¿Cuándo fue la última vez que odiaste ser periodista?
Hoy en la mañana cuando sonó el despertador a las cuatro y media de la mañana, igual que todas las mañanas. Yo tengo programa de radio a las seis y cuando suena el despertador, básicamente odio a todos.
-¿Por qué seis idiomas y no siete u ocho?
Porque me cansé, ja, ja. Porque el disco duro se saturó. El último que estudié fue el alemán y fue muy complicado. Si me dedicara solamente a eso, quizá en este momento ya serían nueve idiomas, pero tengo tanta chamba que ni siquiera he podido terminar la maestría.
Paola Rojas avanza rápido en el nuevo dibujo. Es una sonrisa. Es algo que, no hay que dejar de mencionar, nunca pierde.
-¿Cómo amaneció tu ego hoy?
¡Agh! Hoy en particular no muy bien. Estoy atravesando por un reacomodo, una sacudida no menor... pero me gusta.
-¿De qué tamaño es tu egoteca?
No muy grande.
-¿La belleza es importante en esa egoteca?
Digamos que un poquito.
-¿Cuánto es poquito?
Del uno al diez, tres.
-¿Cuándo y dónde has sido más feliz?
Lo que más me gusta es mi trabajo, así que fui feliz cuando me dijeron que era titular de este noticiario.
-¿Cuál es tu lema en la vida?
No tengo lemas. Voy adoptando y adaptando de acuerdo con los tiempos, pero hay una costante: buscar ser feliz y hacer felices a cuantos puedas.
-¿Cómo te imaginas dentro de 20 años?
Considerablemente más arrugada, sobre todo si sigo levatándome tan temprano. Por supuesto quisiera haber saltado a otro nivel de periodismo, dedicarme a la investigación, a escribir análisis.
-¿Cuál fue el último libro que no pudiste terminar?
No me gusta dejar libros a medias.
-¿Qué miedo de la infancia todavía conservas?
Tengo fobia a las aves. De muy chiquita me tocó ver cosas crueles con aves, sucesos impactantes y eso sigue presente. Así que nunca podría ver la película Los Pájaros; me encanta Alfred Hitchcock, pero evito esta cinta en particular.