Marcia encontró en el teatro musical lo que buscaba.
MÉXICO, DF.- Salieron de la realidad virtual y en seguida se toparon con la dura realidad. La mayoría de los egresados de reality no encontraron fama ni venta masiva de discos, sino difíciles condiciones para continuar una carrera.
Ex alumnos de La Academia, Operación Triunfo o Popstars dejaron de aparecer en la televisión en cuanto fueron eliminados del concurso, y se convirtieron en una incógnita: ¿dónde están esas jóvenes promesas del pop? Ahora ya se sabe: muchos de ellos están en las obras musicales.
En Vaselina 2mil6 actuaron Hiromi Hayakawa y Marco Moré, al mismo tiempo que René, Karina y Mario Sepúlveda entraron al elenco de Hoy no me Puedo Levantar y, ahora, Marcia Peña, Mauricio Martínez y Ana Cecilia Anzaldúa son los protagónicos de La Bella y la Bestia, que se estrenará a finales de año.
Incluso, un ganador de La Academia, Carlos Rivera, se permitió protagonizar Bésame Mucho durante algunas semanas, justo en las fechas en que se lanzó su primer disco.
Todos ellos salieron de programas de realidad simulada con la aspiración de ser cantantes, pero ahora, en la vida real, son actores de musical. Las razones y aprendizajes, sin embargo, son diferentes para cada uno.
Ana Cecilia Anzaldúa salió de Popstars, aquel programa que prometía formar un grupo que reinventaría el pop juvenil. Anzaldúa se mantuvo durante un mes y llegó hasta la semifinal, pero al ser eliminada no sintió tristeza, sino alivio. Su primer pensamiento fue: “En mi vida quiero volver a hacer pop”.
El encierro le enseñó que la industria de la televisión no escatima en exprimir la vida íntima de las personas, en aras de audiencia: “Ellos buscaban la parte trágica, pero a mí no me gustaba que una cámara me siguiera durante todo el día y tampoco que se conociera mi vida personal”. En cambio, en el teatro musical encontró un ambiente más humano, donde el talento está por encima del morbo.
Marcia lo sabe, cuando compara las audiciones que enfrentó hace tres años en La academia y ahora en el musical Bella y Bestia: “El casting para un reality se convierte en una tortura sicológica. En ese momento no lo entiendes, pero al entrar en la casa comprendes que también evalúan tu personalidad y resistencia emocional. En cambio la audición para Bella y Bestia fue una calificación sobre mis habilidades y talento”.
A diferencia de Anzaldúa, Marcia piensa en una carrera de cantante: “Quizá el próximo año tenga listo mi disco”. El teatro musical se convierte entonces en refugio para los soñadores, a quienes no les cumplieron la promesa de convertirlos en ídolos.
Mario Sepúlveda es un caso reciente, ya que fue seleccionado para suplir a Luis Gerardo Méndez en Hoy no me puedo levantar: “Es una oportunidad de seguir creciendo”, dice con una sonrisa que delata su emoción.
El caso de Karina tendrá un final de ensueño. Al ser expulsada de La academia regresó a Chihuahua y parecía que su futuro sería conducir un programa de videos en una televisora local. Pero por consejo de su colega René, audicionó para Hoy no me Puedo Levantar, se quedó en el ensamble vocal, pasó al elenco para alternar un personaje secundario y ahora se prepara para el protagónico durante la gira por Sudamérica y el próximo año se integrará al nuevo musical de Nacho Cano en Madrid: “No sé si mi futuro esté en los musicales. No dejo de pensar en que quiero ser cantante”.
Aunque las televisoras no respaldaron las carreras de muchos de los egresados de los reality, el talento los ha llevado a ganar oportunidades en teatro. Marcia lo entiende: “La televisión es una de muchas vías para seguir una carrera. Cuando me expulsaron de La academia dije que había Marcia para rato; y aunque no aparezcas en tv, existen otras formas de crecer y el teatro musical es una de ellas”. Es decir, lo que les negó la televisión se los da el teatro.