EFE
LONDRES, INGLATERRA.- Sonriente y trajeado, el ex Beatle Paul McCartney asistió ayer en el Tribunal Superior de Londres a una vista preliminar sobre su divorcio de la ex modelo Heather Mills, quien también se personó, algo más seria, en ese juzgado.
McCartney, de 64 años, saludó a los periodistas con un ?¡Buenos días!? y accedió a la sala 47 del Queen?s Building, un edificio reservado para casos familiares. El optimismo y la amabilidad del músico contrastó con el talante más áspero de Mills, de 39 años, quien, ataviada con un vestido de lana beige y un chaquetón gris, se presentó en el tribunal con rostro grave e ignoró completamente a la prensa.
El ex Beatle y su esposa asistieron a una vista estrictamente privada y, por consiguiente, celebrada a puerta cerrada.
Al término de la sesión, los abogados de la pareja emitieron un comunicado conjunto en el que pidieron a la prensa ?respeto para su intimidad y confidencialidad en el proceso?, mientras las partes tratan de solucionar los ?asuntos pendientes de su divorcio?.