El Gobierno chino señaló que los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 están atrayendo a terroristas internacionales que se están infiltrando en China y que podrían llegar a cometer secuestros aéreos, informó hoy la prensa local.
"Debido a la complejidad de la lucha antiterrorista dentro y fuera de nuestras fronteras, China necesita reforzar su sistema de alerta, mejorar sus instalaciones y sus mecanismos de reacción contra secuestros para garantizar la seguridad durante los Juegos Olímpicos", señaló el viceprimer ministro Zeng Peiyan.
El diario China Daily recoge hoy unas declaraciones del viceministro de Seguridad Pública, Zhang Xinfeng, en las que señala: "Algunos terroristas internacionales se están infiltrando en China, lo que supone un nuevo obstáculo para los esfuerzos anti-secuestro".
"Los aparatos de aviación civil podrían ser un objetivo para un ataque terrorista", añadió Zhang.
El viceministro de la Administración General de Aviación Civil, Wang Changshun, anunció por su parte que el volumen de tráfico aéreo de los principales aeropuertos chinos se incrementará en un 50 por ciento durante los Juegos Olímpicos que se celebrarán en agosto del año próximo.
Políticos, atletas, periodistas y aficionados al deporte se desplazarán a China en esas fechas. "Nuestro esfuerzo para prevenir secuestros, como parte de la seguridad para los Juegos, se enfrenta a graves exámenes", advirtió Wang.
Estas autoridades anunciaron esta amenaza terrorista durante la celebración de unas maniobras aéreas anti-secuestro, las "Falcon 07", que se llevaron a cabo el domingo en Dalian, una importante ciudad portuaria de la provincia de Liaoning, extremo nororiental del país.
En uno de los posibles escenarios que recrearon estas maniobras, cinco terroristas del Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, considerado por la ONU como un grupo terrorista desde 2002, secuestraban un avión durante el embarque y pedían la liberación inmediata de sus prisioneros.
En otro escenario ficticio, un vuelo con 105 pasajeros y siete miembros de la tripulación tiene que realizar un aterrizaje de emergencia debido al viento y sufre un incendio.
Seiscientos soldados y miembros de las fuerzas armadas y el personal de un supuesto aeropuerto civil acuden de inmediato a sofocar el fuego.
Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York, Pekín puso en marcha una potente campaña contra los movimientos independentistas de su región autónoma de Xinjiang, a los que considera grupos terroristas islámicos.