El adelanto de la temporada y las intensas lluvias en la entidad alertaron a las autoridades sobre la situación de 35 de los 84 municipios estatales incluidos en el mapa de riesgos y donde unas 5 mil comunidades, en su mayoría marginadas, podrían ser gravemente afectadas, señaló el director del Sistema Estatal de Protección Civil, Miguel Ángel García Conde.
Bajo la premisa “la naturaleza no tiene palabra”, García Conde indicó que el problema de las zonas de riesgo es responsabilidad de ayuntamientos, que otorgar los permisos de asentamientos irregulares que, a la larga, causan las catástrofes. La vulnerabilidad de comunidades asentadas en la región de la Sierra o en la Huasteca se eleva debido la pobreza que obliga a la población a ubicar sus viviendas cerca de lechos de los ríos o en laderas de cerros.
El funcionario consideró necesario delimitar los riesgos, aunque hay zonas donde la situación es preocupante, como en la Huasteca, la Sierra, Tizayuca, Tulancingo, el valle de Pachuca y el Mineral de la Reforma, cada una con un distinto grado, así como en fraccionamientos donde registran inundaciones.
También se presentan situaciones de emergencia en la Huasteca y la Sierra, así como en algunas partes del Valle del Mezquital, donde el desbordamiento de ríos y desgajamiento de cerros constituyen un peligro para la población. García Conde señaló que el adelanto en la temporada de lluvias y su intensidad llevaron al Gobierno Estatal a poner en marcha el programa del Grupo interinstitucional para fenómenos hidrometeorológicos 2007, constituido por las secretarías de Salud, Obras Públicas, Protección Civil, Ejército, Seguridad Pública y cuerpos de rescate.
El funcionario consideró que el monitoreo de las presas, ríos y lagunas del estado será fundamental esta temporada debido a que los reportes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevén un incremento de 10% en las precipitaciones pluviales en relación con el año pasado, y aún se tiene memoria de las inundaciones de 1999 en Tulancingo y Mextitlán.
García Conde dijo que en el mapa de riesgo se tienen identificado los municipios de Huejutla, Jaltocan, Atlapexco, Huehuetla, San Bartolo, Tutotepec, Tepehuacan de Guerrero, Meztitlán, Tulancingo Pachuca, Mineral de la Reforma y Tizayuca como zonas donde se podrían registrar graves daños por las lluvias. “Carecemos de un censo de las personas que se encuentren en los lugares de mayor problema porque son los ayuntamientos los que, de manera irresponsable, aceptan que se construya en las márgenes de los ríos”, agregó.
El funcionario lamentó que los municipios no admitan su responsabilidad, como sucede en Pachuca donde se han detectado 604 familias en riesgo por habitar sobre tiros mineros o por encontrarse en zonas donde se producen desgajamientos de los cerros.
En algunas colonias de Pachuca, como la Felipe Angeles, Buenos Aires, Tezontle, Minerva, Guadalupe, Arbolito y Camelia, personal de Protección Civil ya inició una serie de notificaciones a fin de que las familias conozcan la necesidad de ser reubicadas.
Evitar tragedias es un asunto que compete no sólo al Gobierno en todos sus niveles, sino también al ciudadano que debe tener conciencia de su entorno y para salvaguardar no sólo sus pertenencias sino su vida, agregó García Conde.
Las presas del estado, a 70%
El vocero de Conagua, Víctor Jácome, informó que las presas del estado se encuentran a un 70% de su capacidad, menor a la registrada en la misma fecha del año pasado, pero advirtió que de continuar las lluvias con la misma intensidad, podrían representar un riesgo.
Jácome dijo que la temporada de lluvias en el país, que se inicio el primero de mayo y concluirá el 30 de noviembre, incluirá 17 huracanes, por lo que se deben extremar precauciones debido a que los que se forman en el Atlántico repercuten directamente en el estado, en especial en zonas propensas a inundaciones, como las aledañas al río Tulancingo, al noreste del estado, y del río Tula, al sur.
Según el vocero de Conagua, la presa de Taximay ahora tiene 25 mil millones de metros cúbicos contra 28 mil 400 del año pasado; la Requena en 2006 tenía 34 mil 700 millones de metros cúbicos y ahora almacena 29 mil 500; la presa Endhó tenía el año pasado 127 mil 300 millones de metros cúbicos y ahora guarda 113 mil 400 millones de metros cúbicos.
