El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, hace un llamado a población a no caer en excesos durante la celebración de los festejos de la ciudad de Durango.
El problema del consumo de drogas se encuentra principalmente en los alrededores de la ciudad de Durango, aunque está problemática no es privativa de las zonas urbanas ya que también se encuentra en los pueblos, aseguró el arzobispo de la Arquidiócesis de Durango, Héctor González Martínez.
Dijo que en la actualidad es penoso que se tenga llegar al antidoping en las escuelas de nivel básico de todo el país para detectar la situación que se presenta en materia de consumo, pero puede ser útil porque los “chamacos” ya consumen drogas.
Sin embargo, comentó que el asunto va en otra dirección, es decir, de los que venden y ofrecen a los jóvenes sustancias prohibidas.
González Martínez consideró que este tipo de medidas ayudan pero no son la solución ya que es un tema que tiene que verse desde los puntos de vista espiritual y moral; el problema es más de este tipo, añadió.
Indicó que “una de las alternativas para prevenir este problema viene de la formación personal de la conciencia y la formación de todos los valores afectivos, de la preferencia moral, por ahí es donde se debe de trabajar más”.
Es evidente –abundó- que los valores fundados en el decálogo han sido descuidados y si eso se descuida, la moral pública decae y alcanza a los niños, por eso los maestros deben de ser muy vigilantes del comportamiento de los niños y jóvenes en las aulas.
El problema del consumo de drogas se da en todas partes, ya que cuando acude a recorridos en todo el estado y pregunta sobre la problemática, se observa que los mayores problemas se ubican en los alrededores de la ciudad de Durango.
Manifestó el jefe de la grey católica en Durango que, sin embargo, en cualquier pueblo se detecta esta situación ya que no es privativo de las zonas urbanas sino también en la rural, en los pueblos.
En lo que compete a las fiestas de la ciudad, dijo que la Iglesia siempre hace el exhorto para que haya moderación en el consumo de alcohol, “que se usen las bebidas como dones de la creación que Dios regala a los hombres para su recreación, pero dentro de la moderación”, subrayó.
Mencionó que existe una virtud moral que se llama moderación, por lo que se debe ser moderado con todos los bienes de la creación, “todo no está permitido, pero en su justa medida”, aseguró el Arzobispo de Durango.