Es impresionante el número de pasantes que egresan de las escuelas de veterinaria cada año, y lo más sorprendente es que la mayoría pretende dedicarse a la atención de perros y gatos, rentando un local o improvisando un consultorio en la cochera de una casa.
Es muy diferente cuando el veterinario al inaugurar una clínica bien equipada, tiene la especialidad y se encuentra dentro de una asociación, es muy probable que va a desempeñar una buena labor profesional. Al mencionar “trabajo profesional” nos referimos en atender a las mascotas y a sus propietarios con honestidad y sobre todo con ética, desde la manera de vestir y expresarse correctamente, contar con un lugar establecido y el equipo adecuado para atender a sus pacientes, y lo más importante haber realizado la especialidad en perros y gatos. El condiscípulo que cuenta con estas características no dará pauta a la charlatanería, desafortunadamente la mayoría de los recién egresados quieren correr antes de aprender a caminar, salen de la escuela con las bases necesarias para ejercer la medicina veterinaria, posteriormente necesitarán estudiar un año más para ejercer la especialidad en veterinaria, posteriormente necesitarán estudiar un año más para ejercer la especialidad en perros y gatos. Desafortunadamente también hay veterinarios establecidos que al no contar con trabajo, se anuncian por el periódico o mediante volantes para dar a conocer sus “ofertas” a través de “paquetes” para mascotas. Los pacientes no son mercancía que se puedan manejar por ofertas, además estos “paquetes” son dudosos, quien tiene sentido común pone en “tela de juicio” que el corte de pelo, baño, vacuna y hasta desparasitar a la mascota, tenga un costo de cien pesos. Una clínica veterinaria bien establecida, requiere como proveedor de biológicos un laboratorio serio, que facture y haya un respaldo de garantía en sus productos, que dé resultados esa vacuna pues estamos protegiendo a un ser vivo que es parte de la familia. Cuando la vacuna tiene el costo total del paquete de la “oferta” que ellos manejan, ¿dónde está su ganancia? Para aplicar una vacuna hay que invertir en una jeringa nueva y estéril, en un carnet de vacunas, en el medicamento para desparasitar y realizar la estética del perro que se llevará mínimo una hora de trabajo, el equipo de estética tiene un costo, así como la luz, el agua, el shampoo. Es obligación del veterinario dar un recibo de honorarios, demostrando que se encuentra registrado ante Hacienda, el Municipio, Sagarpa y el Seguro Social. Sabemos quienes nos dedicamos a las mascotas que los paquetes y las ofertas son una utopía. Resultaría ilógico que el ortodoncista en un tratamiento de brakets para un paciente, tenga un costo de inversión de diez mil pesos, y como no tiene trabajo, anuncie “paquetes y ofertas” y que sólo cobre uno y regale dos tratamientos. Colegas, si escogieron a las pequeñas especies por resolver lo más “fácil”, tomaron el camino equivocado, es una de las especialidades más extensas de la medicina veterinaria, dentro de la misma especialidad hay que realizar subespecialidades; ortopedia, gastroenterología, cardiología, oftalmología, dermatología, ginecología y otras.
Tiene un costo realizar la especialidad y asistir a los congresos y cursos, además hay que dar resultados con el paciente a sus propietarios que todos sin excepción son especiales.
Las mascotas son seres vivos que sienten dolor, hambre, frío, angustia, alegría, amor, tristeza, no es posible arriesgar la vida de seres indefensos que sólo dependen de sus dueños y de nosotros. Los invitamos a formar parte de alguna asociación de especialistas en perros y gatos, donde el principal objetivo es la ética, la capacitación y actualización precisamente la semana entrante tendremos el Congreso Nacional de Pequeñas Especies en Puerto Vallarta, ¡te invitamos!... “Nuestra profesión es hermosa, no hay que venderla por un plato de lentejas”.
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