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Pequeñas especies / ?UNA BUENA DENTADURA?

M. V. Z. Francisco Núñez González

?Lucas? es uno de tantos perros nobles y trabajadores que viven en los ranchos, donde su alimentación es a base de restos de la comida casera y la protección de enfermedades es mínima, sólo se aplica la vacuna antirrábica por las campañas de vacunación que realizan en el pueblo.

Ese día ?Lucas? por primera vez había sido llevado al consultorio del veterinario, para su mala fortuna lo llevaban a sacrificar, y si habían accedido a llevarlo hasta el veterinario fue a petición de la señora que se encontraba eternamente agradecida con su mascota.

?Lucas? había llegado a casa desde cachorro, había sido escogido de la camada por su gran temperamento e inteligencia, definitivamente no se equivocaron, habían hecho la elección correcta de la cual nunca se arrepentirían.

Se trataba de un perro criollo de color negro con algunos vestigios de Pastor Alemán, tenía buen tamaño y se encontraba en buen estado físico, se desempeñaba como buen guardián y era excelente en el arreo del ganado.

Además de ser un perro de trabajo, lo es de compañía, por doquiera que se dirigían sus amos en el rancho su perro les seguía.

Sus dueños, un matrimonio de edad avanzada que gustaba de caminar lo hacían a diario por las tardes, por azares del destino en una ocasión la señora se encontraba sin su marido, una piedra la hizo tropezar y fue a caer en una zanja que se encontraba con agua, afortunadamente ?Lucas? la acompañaba como todas las tardes, al pasar el incidente inmediatamente tomó entre sus dientes el reboso que traía puesto su ama y no permitió que llegara hasta el fondo de la zanja, permaneciendo durante largo tiempo en esa posición, no recuerda qué tanto permaneció en el interior de la excavación, para ella fue una eternidad pues de no haber sido por su perro, asegura que hubiera perecido ahogada en el interior de la zanja.

Gracias a los ruidos emitidos por ?Lucas? los cuales no eran exactamente ladridos debido a que se encontraba sosteniendo a su ama, lograron darse cuenta del accidente e inmediatamente fue rescatada la señora.

Pasaron los días y el gran héroe canino, cada día se debilitaba y se encontraba en peores condiciones, había dejado de comer y de aquel perro vigoroso y lleno de vida, sólo quedaba el recuerdo, a tal grado que el señor lo mandó sacrificar para que no siguiera sufriendo.

Como es costumbre en los ranchos alejados de la civilización, el sacrificar un animal consta de darle un tiro con un arma de fuego, pero ?Lucas? se había ganado una muerte más digna, debido a eso la señora por ningún motivo permitió que fuera sacrificado de esa manera, antes agotaría todos sus recursos y sería revisado por el veterinario de la ciudad, y si entonces él decidía que ya no había remedio, sería puesto a dormir como él juzgue conveniente, fueron sus palabras tan precisas y con tal autoridad, que nadie se atrevió a contradecirle.

Al estar revisando a ?Lucas? en la mesa de exploración del veterinario, encontraba normal su temperatura, frecuencia cardiaca y respiratoria, manifestaba deshidratación, caquexia, y la pérdida del apetito.

La señora empezó a narrar la historia de ?Lucas? con lágrimas en los ojos, solicitando al doctor que dejara de sufrir su perro y que lo durmiera de inmediato.

Por último, al revisar el doctor la boca de su paciente, se percató que tenía gran cantidad de úlceras y heridas, así como algunas piezas dentales flojas, el esfuerzo que había hecho ?Lucas? aquel día, ocasionó la pérdida de gran cantidad de células en las encías por la compresión de aquella prenda entre sus dientes por tanto tiempo, además había heridas infectadas lo cual era la causa de la pérdida de apetito por el dolor.

Les dio la grata noticia que ?Lucas? se restablecería en una semana, quedaría hospitalizado algunos días para la desinfección de heridas, una buena dieta líquida rica en proteínas y un buen tratamiento de antibióticos, desinflamatorios y analgésicos por vía endovenosa a través del suero acelerarían su recuperación.

A la siguiente semana ?Lucas? se encontraba corriendo atrás del ganado, fue el principio de una larga amistad entre ?Lucas? y el veterinario de la ciudad.

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