EMOCIONADOS. Los pequeños del hogar “La Fe” reciben algunos presentes de diferentes familias.
Mientras parejas salían acompañadas por sus hijos de los centros comerciales, cargados de regalos, dulces y ropa, pequeños entre cinco y doce años sólo ven pasar a las familias felices, mientras entonan alegres villancicos con sus dulces y tiernas voces.
Esperanzados
“Yo quiero una pelota de las grandototas”, comentó Toñito, un niño de cinco años que forman parte del “Hogar de Niños La Fe”, ubicado en Torreón.
Fernanda, otra pequeña de nueve año, dijo a la vez que ella prefería una bicicleta.
“Nos habían prometido que todos en esta Navidad íbamos a tener una”, comentó muy emocionada.
Mientras platicaba gustosa de las demás cosas que le gustaría recibir, a lo lejos se escuchaban los comentarios inocentes de sus demás compañeros que le decían que no le serviría una bici porque nunca se había subido a una y no sabe cómo manejarla.
Otra familia
Debido a que los niños del hogar “La Fe”, provienen de familias que viven situaciones extremas de violencia, drogadicción, alcoholismo y en algunos casos hasta de violaciones, la mayoría no pasa estas fechas con su familia, así que personas cercanas a la casa se los llevan a sus hogares y les dan cariño.
“Hay buenas familias que se llevan a los niños a sus hogares y los regresan al instituto en enero”, comentó Mario Iturbe.
Campaña navideña
El director de la institución, Mario Iturbe, comentó que debido a que no reciben ayuda por parte de ninguna institución, ellos tienen que hacerse cargo tanto de los gastos del instituto y de las necesidades que tienen los pequeños.
“Por eso en temporadas navideñas nos dan oportunidad de cantar villancicos en centros comerciales”, explicó.
Agregó que hacen dulces de leche y de tamarindos para venderlos y poder sacar algo más.
“Hacemos todo con tal de que estén bien los niños”.