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Periférico| Descuidos culturales

Luis Guillermo Hernández Aranda

Nuevamente la clase política evidencia un nulo interés por el patrimonio histórico y cultural de Torreón. Dos hechos así lo demuestran: el daño irreversible causado al Canal de la Perla por obras de desazolve y la venta como “fierro viejo” de la escultura “El Centinela del Desierto”.

En ambos casos, hasta el momento de escribir estas líneas, la Administración que encabeza el alcalde José Ángel Pérez fue incapaz de ofrecer explicaciones sólidas y convincentes sobre el descuido y la falta de interés hacia el patrimonio cultural de la ciudad.

Resulta paradójico y por supuesto triste, que en el año del Centenario no se vean acciones concretas para rescatar el Centro Histórico y por el contrario se haga evidente la falta de interés por conservar la historia de la ciudad a través de sus monumentos y obras de arte.

El pasado siete de marzo se dio a conocer la noticia de un derrumbe en el Canal de la Perla, ocasionado por los trabajos de ampliación que realizaba el departamento de Obras Públicas del Municipio. Este “descuido” provocó que se perdieran reliquias históricas claves para conocer la historia del canal.

El Municipio nunca notificó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sobre los trabajos que proyectaba realizar. Esto provocó la molestia del Instituto cultural ya que el Canal de la Perla está considerado un monumento histórico.

El INAH señaló que el Municipio violó la Ley Federal de Monumentos Históricos y Artísticos, al no avisarle del inicio de obras de desazolve.

Tras el derrumbe, el Canal fue inspeccionado por arqueólogas del INAH quienes no pudieron ocultar su molestia por la omisión del Municipio. Elsa Hernández Pons, coordinadora nacional de monumentos históricos del INAH, dijo: “La realidad es que en vez de pensar en ampliar el Canal de la Perla, las autoridades municipales mejor debieron implementar una estrategia para conservar la parte que ya se tiene. ¿Por qué se aceleraron sin consultarnos?”.

En esa ocasión el director de Obras Públicas, Aniceto Izaguirre, reconoció que nunca se le notificó a la dependencia sobre los trabajos.

“Lo hecho está hecho y ni modo de cortarnos las venas”, dijo Izaguirre quien se justificó al decir que a Idoia Leal Belausteguigoitia, encargada del área de Cultura de Obras Públicas, se le olvidó cumplir con esta normatividad por estar ocupada en los preparativos de su boda.

La respuesta del funcionario fue por demás desafortunada, la facilidad con la que dijo “ni modo de cortarnos las venas”, muestra el poco interés que hay por la cultura, pero sobre todo la ignorancia sobre lo que significa un monumento histórico.

El poco apego a la cultura nuevamente se evidenció cuando una investigación de la reportera Yolanda Ríos develó que la escultura “El Centinela del Desierto” autoría del artista Xavier Meléndez fue vendida al kilo como “fierro viejo”.

La escultura durante 12 años estuvo ubicada en el Periférico y carretera a Matamoros, fue removida en 2003 cuando iniciaron los trabajos de construcción del Distribuidor Vial Revolución. La obra de arte fue “desarmada” y llevada a los patios del Rastro Municipal donde se vendió junto a más chatarra a un precio de nueve mil pesos.

La noticia causó gran indignación en el ámbito cultural, su autor Xavier Meléndez declaró a El Siglo de Torreón que estaba “decepcionado, yo la doné a Torreón y eso habla de una ciudad que no cuida el arte”.

El artista lagunero Gustavo Montes dijo no sorprenderse de que la escultura hubiera sido vendida como chatarra.

“Era de esperarse que la vendieran como ‘fierro viejo’ en una Administración que no tiene ningún interés por la cultura real”.

Nuevamente las explicaciones del Municipio fueron poco afortunadas. El secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss Aurioles, dijo que no estaban seguros de que entre la chatarra vendida fuera la escultura, responsabilizó a la Administración de Guillermo Anaya de no notificar sobre el lugar donde estaba resguardado “El Centinela” cuando se llevó a cabo el proceso de entrega-recepción.

El alcalde, José Ángel Pérez, también responsabilizó a la Administración anterior y se comprometió a pedirle a Xavier Meléndez que realice una nueva escultura.

Más allá del deslinde de responsabilidades, lo cierto es que es inadmisible el poco cuidado que dan los políticos al patrimonio histórico y cultural de Torreón, prueba de esto es que actualmente las autoridades municipales no tienen un inventario sobre los monumentos y edificios históricos de la ciudad.

Es urgente que los políticos y el caso particular las autoridades municipales, muestren mayor sensibilidad a la cultura. El patrimonio cultural de la ciudad es el conjunto de creaciones realizadas a lo largo de nuestra historia, esas creaciones nos distinguen de las demás ciudades y nos dan sentido de identidad como torreonenses.

lharanda@elsiglodetorreon.com.mx

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