El comediante Jorge Arvizu ?El Tata? hizo célebre la frase ?lo que quiso decir el presidente? en el programa cómico El Privilegio de Mandar, donde se parodiaba a la clase política del país.
La frase en particular hacía burla de las constantes pifias del ex presidente, Vicente Fox, cuando hablaba en público y trataba de explicar los problemas que enfrentaba el país. Apenas Fox hacía una declaración a los medios de comunicación e inmediatamente su vocero, Rubén Aguilar, salía al quite para tratar de explicar lo que el entonces presidente había querido decir y es que las declaraciones de Fox ?en su mayoría- eran poco inteligentes (a la fecha lo siguen siendo).
En descarga de Fox debemos decir que éste no es un problema particular de él, la mayoría de los políticos no piensa las cosas al hablar. Vaya, es tal el afán protagónico que seducidos por las grabadoras y los micrófonos dicen lo primero que les viene a la mente, aunque desconozcan del tema que los reporteros les cuestionan.
Los políticos hablan y hablan, ¡cómo desaprovechar la oportunidad de aparecer en los periódicos! ¡Cómo negarse al encanto de aparecer en la televisión o en la radio!
Este fenómeno provoca que tras la declaración, los asesores de los políticos al otro día manden aclaraciones a los medios para corregir los errores de sus jefes.
Además de las pifias por no conectar la lengua con el cerebro, también tenemos aquellas declaraciones que son espectaculares, pero que muchas veces carecen de sustento, así como las constantes contradicciones en las que caen los políticos.
En Coahuila tenemos varios ejemplos del mal de la ?declaracionitis?. Humberto Moreira, gobernador de Coahuila, así como José Ángel Pérez, alcalde de Torreón, pertenecen a esa clase de políticos donde primero está la declaración y después pagan las consecuencias de sus dichos.
Con motivo del primer aniversario de la tragedia de Pasta de Conchos, donde perdieran la vida 65 mineros, Humberto Moreira declaró que el ex presidente Vicente Fox le sugirió inventar culpables de la explosión de la mina, particularmente encarcelar al ex líder de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia.
Dicha declaración trajo como consecuencia primeras planas no sólo de los periódicos del estado, sino también de los de la capital del país. El lunes 19 de febrero Moreira dio entrevista por igual a Carlos Loret de Mola que a José Cárdenas, en todas sostenía su dicho. Los panistas salieron a defender a Fox y a los pocos días un spot mostraba las contradicciones de Moreira. Y es que apenas en noviembre de 2006 el gobernador de Coahuila se desvivía en elogios para Vicente Fox cuando éste realizó su última gira en el estado.
Tras la ?revelación? de Moreira no sucedió nada, fue tan sólo una declaración más para aparecer en los medios de comunicación. En un año el tema de Pasta de Conchos ha sido muy rentable para las autoridades estatales para realizar declaraciones espectaculares, pero no así para castigar a los culpables. El procurador, Jesús Torres Charles, hoy declara -y mañana también- que ya habrá de girarse las órdenes de aprehensión contra los presuntos responsables de la muerte de 65 mineros, sin embargo, no pasa nada.
A un año de la tragedia no hay castigo para los culpables, sólo promesas y declaraciones con tintes políticos.
Algo similar sucede en Torreón con el alcalde, José Ángel Pérez, quien a principios del año declaró que su prioridad para 2007 no era construir puentes sino rescatar el Centro Histórico con motivo del Centenario. Pues bien, el sábado tres de marzo declaró a la reportera Fabiola Pérez-Canedo que la construcción de un estacionamiento subterráneo así como la reubicación de los ambulantes, acciones necesarias para rescatar el Centro, no son urgentes. Incluso fue más allá al decir que hay otras prioridades como la construcción del Puente de la Alianza o el famoso Nudo Mixteco.
Los políticos hablan y hablan y con suma facilidad olvidan sus promesas, sus dichos. Pero sin duda la joya de la corona fue cuando apenas 15 días atrás José Ángel Pérez dijo estar convencido de la creación de una Policía Metropolitana. Con singular entusiasmo defendió los beneficios de la Metropol, una nueva corporación creada con visión de zona conurbada que atendiera por igual los problemas de seguridad en Torreón, Gómez Palacio y Lerdo.
Sin embargo, el jueves primero de marzo declaró que no estaba convencido de los beneficios de la Metropol, que no le entraba al proyecto, que cada Municipio realizara su esfuerzo individual en pro de la seguridad. Pero el colmo fue el día siguiente, cuando el viernes dos de marzo Alfredo Castellanos, director de Seguridad Pública, corrigió al alcalde y textualmente dijo: ?Lo que el alcalde quiso decir es que se tiene que trabajar al interior de las corporaciones para una formación a futuro?. De esta forma Castellanos realizó un homenaje involuntario al famoso ?Tata?.
Lo peor vino después cuando el alcalde simplemente apoyó la corrección hecha por Castellanos y dijo no estar en contra de la Metropol.
Ante estas circunstancias los ciudadanos ya no saben si reír o llorar, lo único cierto es que mientras Moreira hace declaraciones espectaculares sobre Pasta de Conchos, 65 familias siguen reclamando justicia y muy poco se ha hecho en un año para cambiar las condiciones de vida de los mineros.
Igual sucede con José Ángel Pérez, quien mientras decide cuáles son sus prioridades el Centro permanece en el abandono, sin estacionamiento y lleno de ambulantes, al tiempo que muy poco se avanza en la construcción del Puente de la Alianza. De la Metropol ya mejor ni hablar, sólo queda pedirles a nuestras autoridades que piensen las cosas antes de hablar.
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