Pese a que las mujeres representan actualmente 40.7 por ciento de la Población Económicamente Activa, esto es, casi 16 millones de trabajadoras, la mayoría desempeña trabajos de baja remuneración y en condiciones de menor protección, informó el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
De acuerdo con el organismo, la discriminación laboral hacia las mujeres se refleja principalmente en que ocupan los estratos más bajos y poco más de diez por ciento de ellas no percibe ingresos.
Con base en cifras del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género y la Encuesta Nacional de ocupación y Empleo, el organismo destacó que las mujeres sólo ocupan aproximadamente tres por ciento de los puestos directivos, tanto en las empresas como en las instituciones públicas.
Además, los ingresos que perciben son, en promedio, 8.8 por ciento inferiores que los de los hombres, aun cuando ocupen el mismo puesto o tengan el mismo nivel educativo.
El Inmujeres advirtió que las mujeres engruesan las filas del empleo precario y sin protección, mientras los esquemas de la reforma a la seguridad social no consideran su ciclo productivo, marcado por la reproducción biológica y el cuidado de la familia.
Precisó que del total de mujeres que participan en la Población Económicamente Activa, 64.3 por ciento recibe una remuneración por su labor, mientras 10.4 por ciento no percibe ingresos, 2.3 por ciento es empleadora y 22 por ciento trabaja por su cuenta. En vísperas del Día Internacional del Trabajo, el instituto insistió en que las cifras siguen siendo adversas a la situación y condición de las trabajadoras y que es imprescindible que la sociedad aborde esta problemática como un asunto que involucra a mujeres y hombres por igual y deje de verla como asunto exclusivo de mujeres.
“La gran mayoría de las mujeres incorporadas al mercado laboral combina esta actividad con quehaceres domésticos y/o con el estudio: casi 67 de cada 100 mujeres que trabajan fuera de su casa también realizan labores domésticas y otras dos de cada 100, además estudian”, enfatizó.
El organismo afirmó que deben removerse las estructuras y resistencias económicas, sociales y culturales que originan esta situación y que, desde el interior de los hogares se haga un reparto equitativo de la carga doméstica entre sus miembros.
También es necesario, reiteró, crear la infraestructura necesaria para que las mujeres pueden trabajar en condiciones de igualdad, como guarderías suficientes en calidad y cantidad, flexibilización de horarios laborales y el desarrollo de estrategias que faciliten la atención de los hijos e hijas en edades escolares, entre otros.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, son las mujeres de 35 a 44 años las que mayor participación tienen en actividades económicas, pues más de la mitad de ellas se encuentra en el mercado laboral.
Las mujeres divorciadas son las que más participan, ya que siete de cada diez están laborando, mientras las viudas son las que registran las tasas más bajas, aunque el factor determinante en cuanto a la participación de este sector en el mercado laboral es el nivel de instrucción.
Mientras tres de cada diez mujeres con primaria incompleta participan en actividades económicas, aquellas que estudiaron algún grado después de la secundaria lo hacen en una proporción de seis de cada diez.
