JEREZ, ZACS., FUE CUNA DE MUCHAS FAMILIAS QUE SE RADICARON EN
TORREÓN Y LA REGIÓN LAGUNERA, DURANTE SU CENTENARIO 1807-2007
Continuando con el Santuario de la Virgen de la Soledad, tomo de mi libro Filigranas, Fundaciones y Genealogías de Jerez, Susticacán y Monte Escobedo, Zacs., lo que sigue:
“Por el año de 1794, era Vicario de San Miguelito el Br. don José Álvarez de Quiñones. En ese mismo año informó al párroco y a las autoridades del mal estado en que se encontraba la capilla. Se convocó a una junta el día ocho de julio de 1794 en el ‘Cabildo de las Casas Consistoriales’, a la que fueron citados por el señor justicia mayor don Martín Rebolledo, don Juan Antonio de la Campa, alcalde ordinario de segunda elección, el capitán don Pantaleón de la Torre, regidor alcalde provisional y don Juan Antonio Vélez del Campo, síndico procurador. Una vez que se encontraron reunidos todos los ya citados, se informó por el justicia mayor del ruinoso estado en que se encontraba la capilla del hospital de San Miguelito, donde dice ‘Se venera la portentosa imagen de Nuestra Señora de la Soledad’, que la iglesia arruinada es debido a su antigüedad y mala construcción y que atendiendo a los muchos beneficios que la omnipotencia Divina nos ha franqueado por la intercesión de María Santísima adorada en esta singular imagen y que deseando darle el culto debido y llevar adelante los piadosos fines, pues este vecindario pide, ‘que se le construya templo’ en que impetrar su eficaz protección y a ese efecto y para solicitar la licencia, acordaron que por el presente señor justicia mayor se reciba información del Estado en que se haya el citado templo y necesidad de su nueva construcción según lo que de ella resulte, se dictará providencia que se estime oportuna (Juan N. Carlos, Hist. del Santuario de la Soledad).
“El maestro de obras don Tomás de Villanueva y Sánchez formuló un detallado presupuesto para la construcción del templo, que arrojaba un total de $14,822.00 catorce mil ochocientos veintidós pesos: 23 de marzo de 1795. Siguieron los trámites correspondientes.
“Mientras tanto, los indios de San Miguelito al darse cuenta del acuerdo de la junta de hacer el templo nuevo, no estuvieron conformes (ya que no se haría en el lugar del templo viejo), y por medio de los indios Pioquinto Romero, Leocadio Vázquez, Feliciano Bautista y José María Cortés, se dirigieron al procurador de los indios de Jerez en los términos siguientes...”.
“...Las gestiones de los indios siguieron su curso y los trámites para la construcción del nuevo santuario, seguían el suyo. En ese lapso murió don Pantaleón de la Torre, quien había dejado tres mil pesos para la construcción del santuario, y los indios reclamaban esa cantidad para reparar su templo, ya que alegaban, y no les faltaba razón, que la Virgen de la Soledad se veneraba en su capilla desde los orígenes de la misma. Esta petición se hacía por el año de 1799...”. (Continuará).
