El titular del Ejecutivo declaró que los paisanos se han ganado ser reconocidos legalmente en el país vecino por su trabajo, asi mismo mencionó que la migración no es para siempre.
El presidente Felipe Calderón hizo un exhorto, "respetuoso pero firme", al Congreso de los Estados Unidos a que analice y resuelva pronto el reconocer los derechos de los mexicanos que ya se han ganado "a pulso", "con sangre, sudor y lágrimas un lugar en la economía de la sociedad de ese país".
"Queremos sí una reforma migratoria, la pedimos y exhortamos respetuosamente a ambos partidos representados en ese Congreso.
Queremos una reforma migratoria que no sólo beneficiaría a los migrantes, también al propio pueblo de Estados Unidos", dijo.
Durante la 9 Reunión del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (CCIME), celebrada en el Salón Adolfo López Mateos de la Residencia Oficial de Los Pinos, aseguró que los pueblos y gobiernos de los Estados Unidos y de México "debemos entender que la migración no es un fenómeno que se pueda iniciar o se pueda cancelar por decreto".
Es un fenómeno natural inevitable "y lo será mientras dos economías vecinas como las nuestras sean tan claramente complementarias", apuntó.
"Queremos reforma migratoria porque sabemos sí va a beneficiar a nuestros paisanos que allá trabajan y que necesitan de ese sustento, pero también a la economía de Estados Unidos que no podría avanzar sin el trabajo de los mexicanos", señaló.
Entre aplausos de los presentes Calderón no cesó en su discurso de pedir una reforma migratoria, pero precisó que "queremos dejar en claro que no aspiramos a que la migración sea para siempre".
El objetivo no es enviar y enviar emigrantes mexicanos a Estados Unidos, sostuvo, "no nos da gusto que se vaya un mexicano, nos duele en el alma que un mexicano tenga que dejar su tierra y su gente para ir a buscar sustentos del otro lado".
Acompañado de la canciller mexicana Patricia Espinosa; el director del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, Cándido Morales, y de consejeros de este organismo, el mandatario expresó su deseo de que México un día sea una patria generosa y ordenada que haga posible que su gente se quede aquí.
"No queremos ver a más mexicanos cruzando la frontera, brincando la barda, cruzando el desierto, el río, para encontrar un trabajo allá", sino que los mexicanos encuentren uno aquí y ratificó que su gobierno tiene como meta ser "el del empleo".
Por eso, refrendó su eslogan de campaña, "yo quiero ser el presidente del empleo para que el mexicano encuentre aquí y no vaya allá a buscar un trabajo digno".
Asimismo, aprovechó para recordar que México está llamado a ser una de las cinco economías más grandes del mundo para 2050; además, debe ser un país que en lugar de expulsar migrantes genere aquí las condiciones para generar empleo.
Garantizó que su gobierno está trabajando para que en lugar que la mano de obra se vaya a otra parte venga la inversión a México, en donde está la mano de obra.
En este contexto el presidente de México citó al escritor Carlos Fuentes, y coincidió en que el vínculo entre la aldea global y la aldea local es el migrante, quien es el gran protagonista del siglo XXI.
Consideró que los paisanos son un ejemplo de superación, "su empuje y sus ganas son un orgullo para las familias en México, y son también una inspiración para mi gobierno".
Lo anterior tras expresar su deseo para reunirse con los mexicanos en Estados Unidos y hacerlo "cuantas veces me lo autorice el Congreso mexicano", concluyó tras prometer evaluar las recomendaciones emanadas de esta reunión.