El presidente de la CNDH, José Luis Soberanes, advirtió que la discriminación y la desigualdad de sexo no puede combatirse con la simple letra de la ley, sino que se requiere de una participación decidida de las instituciones del Estado y de la sociedad.
Al presentar el Informe Especial sobre el Derecho de Igualdad entre Mujeres y Hombres, indicó que para que la ley verdaderamente cause efectos y genere resultados hace falta de voluntad política que haga efectivas las disposiciones constitucionales relativas al tema.
El titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) precisó que el informe se presenta con fundamento en la ley que la regula y su reglamento interno, a fin de conocer la situación de la normatividad nacional en materia de igualdad de género y de no discriminación por motivos de sexo.
Detalló que para su elaboración se consideraron las acciones de institucionalización y capacitación en materia de igualdad adoptadas por las dependencias federales de 2001 a 2006, y se analizaron las quejas sobre presuntas violaciones al derecho de igualdad que se presentaron ante la comisión entre marzo de 2006 y julio de 2007.
Soberanes Fernández destacó que "la situación que hoy guarda la igualdad entre mujeres y hombres dista mucho de ser la ideal. No podemos ignorar la información que a este respecto se genera", reconoció.
Recordó que a nivel mundial México se colocó en la posición 93 de un total de 128 países con un índice de desigualdad bastante significativo, lo que desafortunadamente, dijo, se traslada al ámbito nacional, donde existen brechas de iniquidad que violan disposiciones esenciales.
El ombudsman nacional puso como ejemplo las diferencias que persisten entre los salarios que perciben los hombres y las mujeres; así como que desde hace 33 años el sector femenino ha demandado más oportunidades de participación y representación política y acceso a espacios de toma de decisiones.
Dijo que la CNDH constató que dentro de las instituciones públicas hay un gran desconocimiento con relación a la existencia y funcionamiento de áreas dedicadas a trabajar en favor de la igualdad de género.
El titular de la comisión señaló que eliminar prácticas discriminatorias que excluyen y restringen a más del 50 por ciento de la población en su derecho a la igualdad requiere de profundos cambios culturales.
De esta manera, mencionó, la CNDH ha puesto especial interés en la recepción y atención de las quejas por violaciones a los derechos de igualdad y no discriminación por razones de sexo, y a la promoción y difusión de la cultura de equidad de género.
Opinó que sería muy conveniente que de acuerdo con lo previsto en la ley el Congreso de la Unión, los congresos estatales y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) armonizaran sus ordenamientos jurídicos con los principios de igualdad y no discriminación por razones de sexo.
Asimismo, comentó que corresponde al Ejecutivo federal y a los congresos trabajar en las propuestas de adición a la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y sus equivalentes en los estados, para erradicar a la discriminación por sexo u orientación sexual.
Además que se consideren esas prácticas como causas de responsabilidad administrativa de los servidores públicos, y que todas las instituciones de educación pública en México establezcan o revisen los mecanismos de prevención de violencia de género contra el alumnado, personal académico y administrativo.
"Quienes sostenemos que la igualdad entre mujeres y hombres es central en un Estado de derecho debemos redoblar los esfuerzos para erradicar toda práctica de distinción, diferenciación, exclusión o restricción por motivos de género", subrayó.
Consideró que es hora de refrendar el compromiso con el trabajo en favor de la igualdad entre mujeres y hombres, porque una sociedad que tolera y reproduce la discriminación por género y permite que se violenten los derechos de las mujeres acaba por ser cómplice de la discriminación, de la injusticia y de la impunidad.