Tiene previsto la mexicana indocumentada realizar un ayuno y una jornada de oración frente al Capitolio, el 12 de septiembre próximo.
La indocumentada mexicana Elvira Arellano reconoció tener miedo a su posible deportación, pero indicó que “no me puedo quedar cruzada de brazos”, al hacer ayer un llamado para luchar por una reforma migratoria en Estados Unidos.
“Tengo mucho miedo de ser detenida y deportada y estoy consciente de esa posibilidad, porque (las autoridades estadounidenses de) migración me consideran una persona fugitiva y han dicho que en cualquier momento me van a arrestar”, refirió la mexicana.
“Por esa situación mi condición no ha cambiado y por eso decidí venir a Los Ángeles, California, porque estoy en una situación idéntica a la de más de cuatro millones de familias en este país y eso ya no debe seguir”, advirtió.
Arellano ofreció ayer una rueda de prensa en una iglesia de la Placita Olvera, mientras su hijo Saúl, de ocho años, encabezó una marcha en el centro de Los Ángeles a la que asistieron más de mil inmigrantes en demanda de una reforma migratoria amplia.
El encuentro con la prensa se produjo en uno de los salones de la iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles, donde Arellano estuvo acompañada de sacerdotes católicos, así como de María “santuario”, la guatemalteca que está refugiada desde hace meses en este templo.
Versiones de prensa señalaron que durante su estancia en Los Ángeles, Arellano -quien hace unos días cumplió un año de estar refugiada en una iglesia metodista de Chicago- visitará las cuatro iglesias “santuario” donde viven familias en riesgo de ser deportadas.
Explicó que viajó a esta ciudad “para traer un mensaje de fe a todas las personas que se encuentran en santuario como yo, que debemos mantenernos firmes en nuestra fe para seguir luchando y tener una legalización este año”.
“Hace unos días decidí venir a Los Ángeles para llamar aquí a la unidad, a mantenerla y a luchar todos juntos a que se dé la legalización de 12 millones de indocumentados, que se dé ahora y no después de las elecciones (de 2008)”, sostuvo Arellano.
“Voy a permanecer aquí varios días y la fecha de mi regreso aún está por determinarse, pero planeamos estar listos para viajar a Washington, para el 12 de septiembre, en donde vamos a manifestarnos”, dijo la inmigrante, originaria de Michoacán.
Arellano tiene previsto realizar un ayuno y una jornada de oración frente al Capitolio, en Washington, el 12 de septiembre próximo, para hacer un llamado al Legislativo a fin de que reanude el debate por una reforma migratoria amplia.
“El 12 de septiembre será importante traer a la luz la situación que estamos viviendo con nuestras familias. No pueden (los legisladores) seguir ignorando la situación que estamos viviendo millones en este país”, aseveró.
Asimismo, llamó a los californianos a presionar a la congresista Nancy Pelosi, líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, para que el Congreso estadounidense reactive el debate migratorio cuando reanude actividades en septiembre próximo.
“Los legisladores en el Congreso de Estados Unidos retornan de vacaciones en septiembre y es buen tiempo para traer a la luz la crisis que están viviendo millones de inmigrantes en este país”, reiteró.
Arellano recordó que también se ha convocado a un boicot nacional el 12 de septiembre. “A los que no puedan ir conmigo a Washington, desde donde estén, los invito a que no trabajen, no vayan a escuela y no hagan compras”, añadió. Expresó que “la situación que está viviendo Chicago no es diferente a la que se vive en Los Ángeles o en el resto del país”.