Advierte Nuri al Maliki que la creciente violencia sectaria podría extenderse por Oriente Medio.
El primer ministro iraquí pidió ayer sábado ayuda internacional contra las redes que colaboran con los extremistas y advirtió a los delegados de los países vecinos y potencias mundiales que la creciente violencia sectaria iraquí podría extenderse por el Oriente Medio.
?Irak ha pasado a ser la primera línea del frente? en la lucha contra sectores extremistas, dijo Nuri al Maliki a los delegados de una conferencia a la que acudieron naciones islámicas y occidentales. Entre los asistentes hay delegados de Irán y de Estados Unidos.
Irak ?necesita respaldo en esta batalla que no solamente amenaza a Irak sino que podría extenderse a todos los países de la región?, indicó -poco antes de que varios proyectiles de mortero cayeran cerca de la sede de la conferencia y que un coche cargado de explosivos estallara en un bastión shiita-.
Al Maliki pidió ayuda a fin de cancelar el respaldo financiero, contrabando de armas y ?cobertura religiosa? a los atentados con coches-bomba, asesinatos y otros ataques que han enfrentado a la minoría sunnita contra la mayoría chiita.
El primer ministro expresó su esperanza de que la conferencia sea ?un punto de cambio en el respaldo al Gobierno que encara este enorme peligro?.
El encuentro de un día es además una oportunidad para que hablen los representantes de Irán y Estados Unidos, cuyo principal delegado dejó abierta la posibilidad de un encuentro para tratar de Irak.
El vocero del Gobierno iraquí, Alí al-Dabbaghi, dijo que los enviados iraníes y estadounidenses se dieron la mano durante un encuentro a puerta cerrada, aunque no pareció que intentaran ?hablar directamente? en la etapa inicial de la conferencia.
A la reunión acudieron los seis países vecinos de Irak, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y varios representantes árabes. Su principal objetivo es facilitar una reunión de alto nivel, fijada para el próximo mes en la ciudad turca de Estambul.
Empero, en el foro también se ventilaron las acusaciones estadounidenses contra el contrabando de armas por parte de Irán y Siria a los insurgentes iraquíes y las demandas árabes de que los sunis iraquíes obtengan mayor poder político.