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Piden a Santa más que juguetes

Alimentación y un lugar dónde dormir ofrece la casa Hogar de Niños La Fe a los menores cuyos padres no se hacen cargo de ellos. (Fotografías de Érick Sotomayor)

Alimentación y un lugar dónde dormir ofrece la casa Hogar de Niños La Fe a los menores cuyos padres no se hacen cargo de ellos. (Fotografías de Érick Sotomayor)

Cristal Barrientos El Siglo de Torreón

Los pequeños del Hogar de Niños La Fe no pueden estar con sus padres. Para esta Navidad, además de juguetes, estos menores piden despensas, zapatos, ropa, bolsas de jabón y cloro para tener un mejor nivel de vida. Por eso cantan villancicos afuera de los centros comerciales de la región.

Con los pantalones sucios y roídos de las rodillas, Toño y Gerardo patean el balón de futbol. Corren detrás de la pelota sin importarles que en lugar de césped, el patio del Hogar de Niños La Fe, sea sólo un terreno polvoriento.

Por eso, como cada año, Toño y Gerardo le piden en su carta a Santa Claus algo más que juguetes: dinero para terminar de construir el edificio donde viven ellos y 34 niños más. También quieren despensas, zapatos, ropa, bolsas de jabón y cloro para tener bien limpios los dormitorios y baños.

En el Hogar de Niños La Fe, viven 36 pequeños que no pueden estar con sus madres, pues algunas están en la cárcel acusadas de narcotráfico, otras son alcohólicas o adictas, y unas más se dedican a la prostitución, mientras que a sus padres ni siquiera los conocen.

Gerardo tiene cuatro años viviendo en el Hogar de Niños. En esta temporada es común verlo con sus compañeros en las afueras de los centros comerciales cantando villancicos y bailando, y esto le gusta porque así puede llenar de muchas monedas su bote.

-La gente sí nos apoya, pero creo que podrían darnos más -dice Gerardo, mientras se sienta en el césped del estacionamiento de un centro comercial-. No me gusta llegar al Hogar con el bote vacío pero es que las señoras nos dicen ‘no traemos feria’ o ‘ya cooperamos’, y se siguen de largo sin darnos nada; y a mí me gusta llegar con puros botes pesados de tantas monedas.

Desde el 17 de noviembre, los 36 niños del Hogar de Niños La Fe acuden a diferentes centros comerciales de Torreón. Unos días antes, ensayan una y otra vez, hasta que la garganta ya no pueda más para no desentonar al cantar los villancicos.

Gerardo vive con su hermana Fernanda en el Hogar. Él tiene 11 años de edad y ella 9.

-Es que mi mamá es soltera y no nos puede cuidar. La vemos los viernes pero en estos días no la visitamos porque estamos en la campaña. Lo que más le gusta a Gerardo es jugar futbol con su amigo Mario. Ríe cuando comenta que terminan con la ropa toda sucia por la tierra suelta que hay en el terreno que convierten en cancha aunque en ésta no haya césped ni porterías, para eso están las piedras.

-Pero también ayudamos en el Hogar. Me gusta limpiar los baños y las regaderas, es mi quehacer favorito –comenta-. Todos le bajan a la palanca del sanitario, hasta los niños chiquitos; todos son muy higiénicos.

A pesar de que esta Navidad a Gerardo le gustaría recibir una bicicleta de regalo, dice que prefiere que la gente ayude al señor Mario Iturbe Ingelmo, director del Hogar de Niños La Fe, a terminar de construir el edificio. -Nos faltan más dormitorios porque hay niños que se duermen en el comedor. A mí me gustaría vivir con mi mamá pero no puede cuidarnos porque trabaja mucho.

19 AÑOS DE TRABAJO

El 9 de enero de 2008, el Hogar de Niños la Fe cumple 19 años de proporcionar comida, ropa, educación y un lugar para vivir a pequeños que no pueden estar con sus madres porque purgan una condena en la cárcel, son adictas, alcohólicas o se dedican a la prostitución.

Todo empezó la madrugada del lunes nueve de enero de 1989, cuando Mario Iturbe y su esposa, vieron a siete niños durmiendo en el suelo en la Central Camionera.

A pesar del intenso frío, sólo estaban cobijados con unos cuantos periódicos y cartones.

-Los invitamos a que pasaran la noche en nuestra casa. Esos niños se fueron con nosotros, y al otro día llevaron a más y más pequeños. Nadie lo planeó porque nosotros teníamos en ese entonces a nuestra hija Nayeli, de un año y medio de nacida, y después tuvimos otros dos.

Los niños que viven en esta casa hogar no están en adopción aunque no puedan vivir con sus padres. Se les conoce como menores en situación extrema, y el cuidado que reciben en este orfanato es total: comida, escuela, cuidados, cariño, atención médica, entre otros.

Mario asegura que la gente sólo se acuerda de los pequeños, dos veces al año: en Navidad y el Día del Niño. Reconoce que los niños viven hacinados en un edificio a medio construir y con muchas carencias.

-Pero no pueden estar con sus madres. Sólo dos de los 36 niños que cuidamos tienen padres pero están en la cárcel pagando una larga condena, los demás ni siquiera los conocen, por eso nosotros nos hacemos

cargo de ellos.

El Hogar de Niños La Fe es un Organismo No Gubernamental que no cuenta con el apoyo de ninguna autoridad. Mario Iturbe asegura que durante los dos años de la Administración Municipal de José Ángel Pérez Hernández, no han recibido ningún tipo de apoyo, pero lo más grave es que tampoco autorizó los proyectos de co-inversión.

-No tenemos ayuda de ninguna autoridad. No nos dan ni un kilo de frijol, por eso nos sostenemos con la venta de dulces de leche y tamarindo, pero sólo nos alcanza para cubrir en un 50 por ciento las necesidades que tenemos.

Y es que el Hogar de Niños La Fe necesita de 50 mil pesos mensuales para sostener de manera digna a los 36 pequeños que no sólo son de Torreón sino de otros municipios de la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango, incluso en estos momentos hay tres de Ciudad Juárez, Chihuahua.

-Uno de los proyectos que nos rechazó el Ayuntamiento fue la construcción de una cancha de usos múltiples para los niños. Una persona nos iba a apoyar con el 20 por ciento de la inversión pero al darse cuenta de todo el burocratismo, nos dijo que mejor ya no.

El segundo proyecto que el Hogar de Niños La Fe presentó al alcalde José Ángel Pérez, consistía en la compra de un vehículo para facilitar la venta de dulces de leche y de tamarindo, no sólo en Torreón sino

en Gómez Palacio, pero también fue rechazado.

-Nos da mucha tristeza ver que los niños juegan en un terreno todo feo. En el verano se enferman mucho de la piel y de los ojos, pero a ellos les gusta aunque terminen todos aterrados.

DE JUÁREZ A TORREÓN

Desde hace nueve meses que Michelle y sus hermanos José Manuel y Alexa, viven en el Hogar de Niños La Fe. Antes estaban en El Paso, Texas, pero su madre fue acusada de narcotraficante y ahora se encuentra en un penal de Los Ángeles, California.

Las autoridades de Estados Unidos mandaron a los tres hermanos a Ciudad Juárez, en donde estuvieron viviendo de casa en casa, hasta que llegaron con una tía abuela que vive en Torreón, quien de inmediato los llevó al Hogar de Niños La Fe.

-Mi mamá está en la cárcel en California por narcotráfico, desde entonces hemos andado de lugar en lugar, hasta que llegamos aquí –comenta Michelle, de tan sólo 11 años de edad y la mayor de sus hermanos-. Estamos muy contentos de poder estar todos juntos, de que no nos hayan separado.

En el Hogar de Niños La Fe, también viven Toño y su hermano Alexis.

-Ya tenemos cuatro años en el Hogar. Un día mi mamá nos trajo y desde la banqueta nos dijo '¿quieren estar en esta casa?’, mi hermano le dijo que no porque pensó que nos iban a maltratar como en la otra casa hogar donde estábamos, pero yo le dije ‘sí mamá, sí’, y nos dejó aquí.

Toño dice que se siente contento en el Hogar de Niños La Fe porque además puede ver a su mamá los fines de semana.

-En la otra casa hogar nos pegaban con una tabla pero aquí no. Lo que pasa es que mi mamá trabaja todo el día y no nos puede cuidar, pero sí vamos a pasar con ella esta Navidad. Al igual que Gerardo, Toño

cree que la gente los puede ayudar mucho más porque, dice, en la casa hogar faltan muchas cosas para todos los niños, aunque también desea estrenar una bicicleta, y un Nintendo para su hermano Alexis.

ATENCIÓN INTEGRAL

La educación es una de las prioridades en el Hogar de Niños La Fe. Nayeli Iturbe Pacheco apoya a su padre Mario, con la regularización escolar de los pequeños, además está a punto de recibirse como psicóloga y sus conocimientos los aplica dándoles terapia individual y grupal.

-Muchos niños llegan sin saber leer y escribir. Lo que pasa es que por la misma situación que enfrentan no tuvieron oportunidad de ir a la escuela, así que yo les ayudo en sus tareas mientras se ponen al corriente

con sus compañeros de clases.

Nayeli también creció en el ambiente del Hogar de Niños La Fe, pues tan sólo tenía poco más de un año de nacida cuando sus padres comenzaron a ocuparse de los pequeños en situación extrema.

-Eso te hace valorar mucho, incluso lo más insignificante. Y es que mientras para una persona es importante comprarse el último celular de moda, para estos pequeños hasta un dulce es lo máximo.

Los niños, dice, llegan a la casa hogar sin nada material, pero sí con muchas heridas físicas y emocionales.

-Llegan muy retraídos pero cuando comienzan a ver a los demás niños, se sienten en confianza y al día siguiente ya hasta tienen amigos, y esto es muy padre porque todos somos como hermanos.

Sin embargo, Nayeli dice que las cosas podrían ser mejores si la ciudadanía y las autoridades apoyaran con dinero o donativos en especie a estos 36 niños que nada tienen.

-A los niños les gusta mucho recibir visitas. Mucha gente piensa que no tiene caso visitar a extraños, pero a ellos les encanta conocer personas. Cuando alguien llega, todos corren a la puerta a recibirlos y a sacar

plática; ojalá se acordaran de visitarlos más veces al año y no sólo en Navidad.

Cómo funciona

Algunos detalles del Hogar de Niños La Fe, A, C:

■ Se fundó el nueve de abril de 1989.

■ Atiende a 36 niños de diferentes ciudades del país.

■ Proporciona una atención integral.

■ No pertenece a ninguna religión.

■ Requiere de 50 mil pesos mensuales para su sostenimiento.

■ Vende dulces de leche y tamarindo para recaudar fondos.

Lo que necesitan

Para ayudar a los 36 pequeños que viven en el Hogar de Niños La Fe, pueden llevar lo siguiente a la avenida Allende, número 5200 oriente de la colonia Nueva California:

■ Material de construcción.

■ Despensas.

■ Artículos de limpieza.

■ Juguetes.

■ Ropa de verano.

■ Ropa de invierno.

■ Zapatos.

■ Sábanas.

■ Cobijas.

■ Dinero en efectivo.

SIN APOYO DE LA AUTORIDAD

“No tenemos ayuda de ninguna autoridad. No nos dan ni un kilo de frijol, por eso nos sostenemos con la

venta de dulces de leche y tamarindo, pero sólo nos alcanza para cubrir en un 50 por ciento las necesidades que tenemos”.

MARIO ITURBE INGELMO, DIRECTOR DEL HOGAR DE NIÑOS LA FE

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