El Consejo Directivo del Simas solicitó a la paramunicipal sustentar el señalamiento de un supuesto caso de “sabotaje” a las norias abastecedoras de agua potable de la paramunicipal ocurrido entre el 16 y 18 de marzo. Para Guillermo Beick Herman, secretario del Consejo, fue “muy aventurado” poner una denuncia penal sin antes realizar una investigación interna.
Y es que, dijo, el hecho de que se haya quemado la bomba del pozo 46 ubicado en la colonia Compresora, pese a que era nueva, “pudo deberse a que fallaron los controles o los variadores de voltaje. Aunque el equipo es nuevo, pudieron haber sido sobrecargados de voltaje y no necesariamente tiene que deberse a acciones de sabotaje”.
El empresario dijo que, desde la anterior reunión mensual del Consejo Directivo, “solicitamos más información al respecto, incluso que nos informen de los resultados de los análisis que le hicieron al motor de la bomba nueva, sin embargo hasta ahora no hemos recibido respuesta”.
Por su parte, Alberto Díaz de León Rodríguez gerente del Simas, indicó que al Consejo Directivo se le ha brindado toda la información requerida en su momento, pero “una solicitud formal de una investigación interna, nosotros no la hemos recibido”.
Díaz de León aseguró que él presentó una denuncia penal en el Ministerio Público contra quien resulte responsable por el daño causado a la bomba del pozo 46 y por el cierre de las válvulas a la noria 43 situada en la colonia San Joaquín.
El pasado 22 de marzo el gerente operativo del Simas, Luis Horacio Salmón González, declaró sospechar de un “boicot” en los equipos del Simas a causa de que “hay cosas raras por la falla de equipos que se registró la semana pasada y lo cual dejó sin agua a las colonias Polvorera, Compresora y otras”.
Debido a esas situaciones “extrañas” como el hecho de que se haya quemado un motor nuevo en la noria 46 y se hayan cerrado las válvulas en la 43, Salmón González solicitó la vigilancia policiaca por parte de la Dirección de Seguridad Pública a los 76 pozos de agua potable de la paramunicipal, así como a los tanques de almacenamiento y rebombeo.
Según Beick Herman “primero se debería tener un veredicto sólido, como por ejemplo el resultado del peritaje realizado a la bomba quemada y entonces actuar contra lo que resulte, si es equipo malo, demandar garantía, si es falta de mantenimiento corregirlo y si es vandalismo que se actúe en consecuencia, pero no optar por la salida más fácil”.
Para Beick Herman, son dos horas al mes las que destinan los consejeros a ver los asuntos del Simas: “en ese lapso no se ven las cosas a fondo, tampoco es tiempo suficiente, pero puedo asegurar que por lo general, el Consejo ya no es para hacer negocios o incurrir en besamanos”.