El Papa Benedicto XVI sostuvo ayer un encuentro con miles de jóvenes en el el estadio de Pacaembú, de Sao Paulo, Brasil. (EFE)
Invita el Pontífice durante una reunión con jóvenes a vivir en castidad y respetar el matrimonio.
El Papa Benedicto XVI hizo ayer un llamamiento a los jóvenes latinoamericanos para que no “despilfarren” la juventud y la vivan intensamente, para que defiendan los bosques y el Amazonas, construyan una sociedad más justa y solidaria, vivan en castidad y respeten el matrimonio.
“Queridos jóvenes, no despilfarréis vuestra juventud, que es única, no permitir que pase en vano, vivirla intensamente, consagrarla a los grandes ideales de la fe y de la solidaridad humana”, afirmó el Pontífice ante decenas de miles de muchachos brasileños y de otros países de Latinoamérica con los que se reunió en el estadio de Pacaembú, de Sao Paulo, en su segundo día de estancia en Brasil.
Benedicto XVI, que fue acogido con vivas, cantos, bailes de indígenas del Amazonas, dijo a los jóvenes que deseaba “ardientemente” reunirse con ellos, a los que llamó -recordando las palabras de Juan Pablo II en Mato Grosso en 1991- “los primeros protagonistas del tercer milenio, los que trazarán el destino de esta nueva etapa de la humanidad”.
Los jóvenes de diferentes organizaciones sociales se dirigieron al Papa para pedir más oportunidades, solidaridad, educación y apoyo a la estructura familiar.
El Pontífice abogó por la preservación del medio ambiente, manifestando que los bosques actuales “no tienen vida” y que la “devastación ambiental del Amazonas y las amenazas a la dignidad humana de sus poblaciones exigen un mayor compromiso en los más diferentes ámbitos de acción”.
En un ambiente distendido, el Papa de ochenta años, manifestó que la juventud es “impaciente” y que los jóvenes tienen prisa y se preguntan cuál es el sentido de sus vidas y cómo deben vivirla.
El Obispo de Roma se refirió al matrimonio, del que dijo que hay que respetarlo y venerarlo.
En Brasil, país donde el 79 por ciento de los jóvenes, según las encuestas, aprueba las relaciones prematrimoniales y está a favor del uso de los preservativos, el Papa les pidió castidad.
Benedicto XVI les dijo que la vida conyugal sólo está reservada a las “parejas casadas” y que la misma será fuente de felicidad siempre que se sepa hacer de la castidad “dentro y fuera del matrimonio un baluarte de las esperanzas futuras”. Reconoció que la castidad “necesita un espíritu de sacrificio y de renuncia”.
El Papa les invitó “a la gran misión de evangelizar a los muchachos y muchachas que van errando en este mundo, como oveja sin pastor. Sed los apóstoles de los jóvenes, invitarles a caminar con vosotros, a realizar vuestra experiencia de fe, de esperanza y amor”.
“Jóvenes, la Iglesia os necesita para mostrar al mundo la cara de Cristo. Sin vosotros la Iglesia se presentaría desfigurada”, concluyó el Santo Padre, en medio del fervor de los presentes.
EXPECTATIVAS
Los jóvenes que fueron invitados para exponer algunas de las realidades y aspiraciones de los latinoamericanos, se unieron al final de las intervenciones en un abrazo común con el Papa, que con este gesto se ganó completamente al público cautivo desde el comienzo.
El estudiante Rodrigo Mendes Rosa, de 21 años, destacó la expectativa que esta visita papal había creado entre los jóvenes latinoamericanos y reivindicó ante el Pontífice el amor como una única arma para silenciar la violencia.
Un seminarista de la pastoral carcelaria subrayó la falta de oportunidades en la escuela y el trabajo, que lleva a muchos adolescentes a la violencia y la criminalidad, para expresar su confianza en la recuperación de la persona humana.
Un estudiante de arquitectura, voluntario de la Organización No Gubernamental, abogó por las acciones solidarias como una forma de profundizar la experiencia cristiana y otra asistente pidió plazas para los pobres en las escuelas católicas.
Los jóvenes, que representaban sectores estudiantiles, políticos, eclesiales y marginados, resumían aspiraciones y convicciones de los presentes en el estadio, donde muchos se declaraban “felices de ser católicos”.
Las estimaciones del público que no pudo ingresar al estadio eran bastante confusas y si bien la Policía Militar calculó inicialmente que había unas 120 mil personas, otras estimaciones hablan de unas 30 mil.
MADRUGAN CATÓLICOS PARA VER AL PAPA
Fieles católicos se congregaron ayer a primera hora de la mañana afuera del monasterio de Sao Bento, en Sao Paulo, con la esperanza de ver al Papa Benedicto XVI. Las primeras personas llegaron hacia las 5:00 hora local (8:00 GMT), antes incluso del amanecer, dispuestos a aguantar una espera de más de cinco horas, en las que algunas se dedicaron a rezar.
La romería de fieles fue en aumento a medida que avanzaba la mañana y la calle volvía a llenarse.
El Pontífice llegó el miércoles a Sao Paulo, donde se celebró una ceremonia de bienvenida en la que participó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La temperatura cayó bruscamente en la madrugada del miércoles y hoy el termómetro rondaba los diez grados, un nivel muy bajo para esta época del año y para lo habitual en Sao Paulo, una ciudad que no está preparada para el frío, el Sol hacía una tímida aparición después del aguacero del miércoles.
Expresa Papa deseo de visitar México
El Papa Benedicto XVI expresó ayer su deseo de visitar México luego de su actual estancia de seis días en Brasil, lo que podría ocurrir en julio de 2009, informaron fuentes del Vaticano.
El deseo del Pontífice fue dicho a la directiva de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) en la comida privada que sostuvieron ayer en el Monasterio de Sao Bento de Sao Paulo.
Benedicto XVI confió a los prelados que desde su llegada al Pontificado en abril de 2005, deseaba visitar México y Brasil, puntualizaron las fuentes.
México y Brasil son los dos pueblos “más festivos” de América Latina, habría dicho el obispo de Roma, y si al final se decidió por pisar primero las tierras brasileñas, fue por la canonización de Fray Antonio Galvao, que tendrá lugar hoy en el Campo Marte.
Más tarde, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, conversó sobre la juventud, la familia y la solidaridad internacional con el Papa Benedicto XVI, durante el encuentro que ambos mantuvieron en el Palacio de Bandeirantes, sede del Gobierno del estado de Sao Paulo.
Según fuentes oficiales, la misión de la Iglesia y el Estado en la construcción de la paz fue también uno de los temas abordados por Lula y el Pontífice, quien fue recibido como jefe de Estado del Vaticano, y no como líder religioso.
Según la embajadora de Brasil en el Vaticano, Vera Machado, los dos líderes no abordaron el polémico tema del aborto, al que el Papa aludió en su primer discurso en Brasil al hacer una firme defensa de la vida en todas sus etapas, o el uso del preservativo.
