Policías iraquíes y soldados interrogan a un hombre después de que dos cochesbomba explotaran de manera simultánea en una zona comercial de Bagdad en Irak. (AP)
El primer ministro de Irak, Nuri Al Maliki, advirtió ayer a los estados miembros de Naciones Unidas reunidos en Nueva York que el constante flujo de armas y suicidas hacia su país debe detenerse, para lo que pidió la colaboración de los países vecinos.
“Hemos advertido a todos los países de la región que el continuo flujo de armas, dinero, suicidas y fatwas (decretos islámicos) incitando al odio y el asesinato sólo conllevará consecuencias desastrosas para la población de la región y del mundo”, aseguró Al Maliki durante su intervención en el debate abierto de la 62 Asamblea General de la ONU.
El mandatario, que se reunió el martes con el presidente de EU, George W. Bush, aseguró que desde la constitución del Gobierno de Unidad Nacional han “tomado la iniciativa de mejorar la relación de Irak con sus países vecinos”.
Además, “hemos convertido nuestras fronteras comunes en áreas pacíficas y económicamente prósperas”, aseguró Al Maliki.
También pidió apoyo de la comunidad internacional al proceso de reconciliación nacional para erradicar el terrorismo de su país y con ello, avanzar en la consecución de la paz en la región.
“Hoy somos optimistas en cuanto a que los países de la región son conscientes del peligro que suponen los ataques terroristas contra Irak y no les interesa un Irak débil”, apuntó Al Maliki, quien defendió que “la reconciliación nacional es más poderosa que las armas del terrorismo”.
En un discurso efectivamente optimista, el líder iraquí aseguró que su país ha logrado reducir los asesinatos sectarios y que la estabilidad es una realidad en determinadas zonas del país, como la de Anbar, en el oeste.
Gracias a ello, “miles” de desplazados han vuelto a sus casas, según Al Maliki, quien añadió que su país tiene “cientos” de partidos políticos activos en una veintena de alianzas, seis mil organizaciones civiles, cientos de periódicos y revistas y cuarenta cadenas de televisión local y por satélite.
“El terrorismo mata civiles, periodistas, actores, pensadores y profesionales. Ataca universidades, mercados y librerías. Vuela mezquitas e iglesias y destroza las infraestructuras de las instituciones estatales”, reconoció.
Deja 67 muertos jornada violenta en Irak
Al menos 67 personas murieron ayer otras 89 resultaron heridas en varios atentados y un bombardeo de un helicóptero estadounidense en diferentes zonas de Irak, informaron fuentes policiales iraquíes.
El ataque más mortífero ocurrió ayer por la tarde en un barrio del suroeste de la capital, donde al menos 32 personas perdieron la vida, entre ellas mujeres y niños y otras 28 resultaron heridas en un doble atentado con coche-bomba en una zona comercial del barrio de Al Biaa, de mayoría shii.
Los agentes aseguraron que aún hay un gran número de heridos que se encuentra en estado muy grave. Un testigo aseguró que “dos enormes explosiones hicieron temblar la zona. Los cristales de mi casa quedaron hechos añicos y cuando salí de casa para ver lo que sucedía vi numerosas personas en el suelo y trozos de cuerpos desperdigados a causa de la explosión”.
“La sangre de los heridos estaba mezclada con la fruta y las verduras”, agregó el vecino, quien aseguró que uno de sus familiares se encuentra ingresado en el hospital de Al Yarmuk.
Horas antes, diez personas murieron y nueve resultaron heridas por la explosión de un camión-bomba en un poblado suní en el norte del país.
El camión, conducido por un suicida, se estrelló contra la casa del Jeque Kanaan, jefe de la tribu Mawali, situada en el pueblo de Um al Ziban, 110 kilómetros al suroeste de Mosul, explicaron las fuentes policiales.
En otro ataque perpetrado también por un suicida al volante de un camión-bomba, pero esta vez en Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad, al menos tres personas murieron y 47 resultaron heridas.
También en Mosul, cuatro personas fallecieron por el estallido de otros dos coches-bomba al paso de un vehículo militar iraquí en el este del municipio y de un coche de la Policía en el barrio de Al Alam, en el sur.
Por otro lado, en la ciudad de Al Shurqat, a 110 kilómetros al norte de Tikrit, al menos siete personas murieron, entre ellas dos policías y cinco resultaron heridas graves por el estallido casi simultáneo de dos vehículos cargados de explosivos.
