A un año de la tragedia viudas dirigieron un mensaje en honor a los mineros caídos en la explosión.
El Siglo de Torreón
San Juan de Sabinas, Coah.- Con una caravana, familiares, amigos y diferentes agrupaciones, recordaron la tragedia registrada al interior de la mina número ocho, unidad Pasta de Conchos, la cual terminó con la vida de 65 mineros y dio inicio a una larga agonía para sus seres queridos, pues los cuerpos de 63 de ellos aún siguen atrapados entre los escombros.
La cita fue en la ciudad de Monclova en punto de las once de la mañana, donde alrededor de doce automovilistas partieron con destino al lugar del siniestro, entre los que se encontraban algunas de las viudas de los mineros caídos, el obispo de diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, así como algunas agrupaciones como la Pastoral Laboral, quien desde el día de la tragedia han mostrado su apoyo hacia los deudos.
Conforme iba a llegando a su destino, automovilistas, varios de ellos con mantas exigiendo justicia, que esperaban en diferentes puntos, se unieron a la caravana la cual hizo su arribo cerca de las dos de la tarde, en la entrada principal de la mina, donde otro grupo de viudas, medios de comunicación y decenas de curiosos, los esperaban.
Una vez en el lugar, algunas de las viudas dirigieron un mensaje en honor a los mineros caídos en la explosión, cuyas razones aún no han sido descubiertas, según algunos de los rescatistas, quienes aseguran que hasta hoy se tienen meras suposiciones.
Tal fue el caso de Trinidad Cantú, madre de Raúl Villasana, quien un mes y medio antes de la tragedia se había convertido en minero y parte de la unidad número ocho de Pasta de Conchos, la cual se encuentra totalmente siniestrada.
Con su voz entrecortada, la madre agradeció la presencia de familiares y amigos por las muestras de cariño y apoyo que ha recibido de su parte, desde aquel fatal incidente, ?no me queda más que decirles gracias por su presencia?, señaló la mujer.
Miguel Mijares Yánez, fue otro de los deudos que emitió un mensaje, en el cual pedía el apoyo de las autoridades para lograr el rescate de los cuerpos y más seguridad para los miles de mineros de todo el país, cuyas condiciones de seguridad no son las más adecuadas para ellos.
?De promesas ya estamos hasta la fregada (...) que nos escuchen y que se cumpla con hechos todas las promesas que nos han hecho tanto el Gobierno Federal como el estatal (...) que se agilicen los trabajos de rescate para que termine nuestro calvario y así poder regresar a casa?, comentó Mijares Yánez, quien diariamente acude a la mina con la esperanza de que los cuerpos sean rescatados.
Así como ellos, otros más dirigieron algunas palabras, las cuales exigieron sólo dos cosas, que se les sean entregados los cuerpos y que se castigue a o los responsables.
Los presentes terminaron sus actividades alrededor de las tres de la tarde de ayer, mismas que se reanudaron cerca de las seis de la tarde para quedarse hasta las dos de la mañana de hoy, en vigilia y ofreciendo unos minutos a la memoria de los 65 mineros caídos en una de las más grandes tragedias que se haya vivido en la región carbonífera.