En la mayoría de los países las mujeres siguen estando subrepresentadas en las posiciones de poder, su trabajo sigue siendo subvalorado y hay violencia contra niñas y mujeres en todo el mundo. (Archivo)
Un destacado grupo de mujeres líderes de todo el mundo manifestó ayer la urgente necesidad de que las políticas de seguridad incluyan el respeto de los derechos humanos y para ello pidió un papel más destacado de la Organización de las Naciones Unidas.
Más de setenta mujeres de treinta países clausuraron ayer en Nueva York la primera “Cumbre Internacional de Mujeres Líderes para la Seguridad Mundial”, organizada por la Fundación Annenberg, el Proyecto Casa Blanca, el Consejo de Mujeres Líderes del Mundo y el Foro Intercultural de Mujeres Líderes.
La ex alta comisaria de la ONU para los Derechos Humanos y ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson, y la ex primera ministra de Canadá Kim Campbell ejercieron de anfitrionas en una reunión en la que también participó la ex secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright y la subsecretaria general de la ONU, Asha-Rose Migiro.
“Pedimos a los gobiernos que utilicen de forma más efectiva todos los instrumentos que tenemos en nuestras manos”, como la resolución mil 325 del Consejo General de la ONU sobre mujer, paz y seguridad, para lograr el cumplimiento de los derechos humanos, señalaron ayer en sus conclusiones finales.
Esa resolución fue adoptada hace cinco años por el máximo órgano de la ONU.
Asimismo, destacaron que las políticas de seguridad “tienen que estar firmemente basadas en los derechos humanos y en la ley internacional”, al tiempo que pidieron más apoyos a las reformas del sistema de la Organización de las Naciones Unidas para que la institución sea la mejor y más fuerte defensa de los derechos de las mujeres.
PAPEL FUNDAMENTAL
Las mujeres líderes reconocieron, igualmente, que la economía puede desempeñar también un papel fundamental para abordar los problemas relacionados con la inseguridad.
Durante la reunión de dos días trataron cuestiones sobre cómo abordar amenazas globales como el terrorismo, el cambio climático, la inseguridad económica y los abusos de los derechos humanos en el mundo, incluidos los crímenes contra la humanidad.
A ese respecto, Albright había señalado con anterioridad que la seguridad global depende de resolver los problemas económicos y ambientales existentes en la actualidad, y abogó por que sean las mujeres quienes empiecen a influir en el cambio de mentalidades.
Las líderes analizaron las maneras de incrementar el poder de las mujeres en el mundo, pues, aunque son la mitad de la población, su acceso a los puestos de poder político se reduce a una media del 15 por ciento de manera general.
Durante la conferencia también intervino la subsecretaria general de la ONU, Asha-Rose Migiro, quien destacó la importancia de que haya más mujeres en puestos de poder de cara a construir sociedades más saludables, educadas, pacíficas y prósperas.
“Estudio tras estudio demuestra que cuando las mujeres están en posiciones de poder, toda la sociedad se beneficia”, dijo Migiro.