La enuresis infantil es más común en los niños varones que en las mujeres. La mayoría de los niños controla este reflejo a los seis años y las niñas a los cinco, sin embargo, estudios advierten que entre un 15 y 20 por ciento de los varones de seis años presenta este problema.
Nuestra Realidad
Si un niño no puede ‘aguantarse las ganas’, no se debe infundir vergüenza porque afecta su interacción con los demás
TORREÓN, COAH.- Cuando un niño no puede “aguantarse las ganas” y termina por mojar la cama, se habla de una enuresis infantil, dice el psicólogo, Francisco Gutiérrez. Este padecimiento puede ser primario o secundario, el primer caso es cuando nunca ha aprendido a retener la orina de forma voluntaria y el segundo, cuando ya lo sabía y le vuelve a ocurrir.
“En los casos cuando los niños reinciden en este problema, generalmente es porque el niño está sufriendo alguna situación extraordinaria, por ejemplo, el divorcio de los padres o la llegada de un nuevo hermanito, factores que cambian su entorno y que le generan, de alguna forma, angustia”, manifiesta.
Refiere que la enuresis infantil es más común en los niños varones que en las mujeres. La mayoría de los niños controlan este reflejo a los seis años y las niñas a los cinco, sin embargo, estudios advierten que entre un 15 y 20 por ciento de los varones de seis años presentan este problema.
“Es más frecuente cuando hay antecedentes familiares, si el papá o la mamá tuvieron ese mismo problema es muy posible que el niño lo presente, también es común cuando hay situaciones de estrés emocional o que le generen al niño un sentimiento de inestabilidad”, comenta.
El psicólogo dice que, en ocasiones, los niños pueden terminar mojados durante el día, al estar simplemente jugando, lo cual es un indicador de que el problema del menor es más emocional, que tiene que ver con angustia interna y no con su salud física, que por lo general es perfecta.
“Para los papás resulta muy difícil esto, sobre todo cuando el niño ya sabía ir en las noches y de repente otra vez está mojando la cama, pero hay que tomar en cuenta que esto también es muy difícil para el niño y que los papás tienen que ser muy pacientes y buscar la solución junto con el menor, se considera un trastorno después de los cuatro años de edad, cuando el niño ya debiera tener la madurez suficiente para controlar voluntariamente este reflejo”, señala.
“A los papás de niños con este problema se les recomienda mantener la calma, platicar con el niño pero no infundirle vergüenza porque eso sólo les perjudicará en su interacción con los demás”, indica el psicólogo.
Qué hacer
Éstas son algunas recomendaciones para los padres de niños con problemas de enuresis.
-Nunca es recomendable avergonzar al menor para que se sienta culpable, pues eso sólo ocasionará que se sienta mal.
-No se recomienda negarle los líquidos al niño durante la tarde, ya que lo ideal es que el niño controle el reflejo, no evitar que lo tenga.
-Algunos papás optan por levantar a los niños para que vayan al baño varias veces durante la noche, pero así tampoco se le enseña a despertarse.
-La terapia psicológica puede ayudar al infante a controlar este reflejo.
-Si el niño aún no cumple los cinco años, se le debe llevar al pediatra, para que éste determine cuál es el tratamiento más adecuado para su caso.
FUENTE: Francisco Gutiérrez, psicólogo