La piel sensible es aquella vulnerable a los agresores externos ante los cuales reacciona de manera abrupta.
Según informes de los laboratorios La Roche-Posay, 70 por ciento de las mujeres afirman tener la piel sensible, aunque desconocen el significado exacto de este término, que en realidad engloba varios perfiles.
En términos generales, la piel sensible es aquella vulnerable a los agresores externos ante los cuales reacciona de manera abrupta.
Esta hiper reactividad se relaciona con la sobreactividad de las terminaciones nerviosas que afectan la capa superficial de la piel o epidermis.
En función del perfil de sensibilidad, la piel puede presentar tirantez y sensación de incomodidad o quemadura; algunas veces, también presenta rojeces.
Ahora, no es lo mismo una piel sensible que una piel alérgica. La primera tiene que ver con las terminaciones nerviosas; la segunda es la que emite una respuesta inmunológica cuando se expone a ciertas sustancias que el cuerpo identifica como peligrosas.
En este caso, la piel enrojece y se reseca; en casos más severos, se inflama e inclusive pueden obstruirse las vías respiratorias.
¿Eres sensible?
Basado en 10 años de investigación dermatológica y estudios clínicos a más de seis mil personas alrededor del mundo, La Roche-Posay diseñó un sistema de diagnóstico para determinar el perfil completo de cada tipo de piel sensible. Contiene 20 preguntas que obedecen a dos criterios: la intensidad de la reacción y la causa de la misma.
Este método distingue cuatro grados de sensibilidad:
- Muy sensible
- Sensible
- Ligeramente sensible
- Normal o no sensible
Los motivos de las reacciones son cuatro:
De origen ambiental
La piel puede experimentar sensaciones de tirantez y quemadura, rojeces o inflamación cuando se expone al calor, al frío y a cambios bruscos de temperatura. También es sensible al viento o a la contaminación.
De origen por contacto
La piel reacciona cuando entra en contacto con productos que no tolera, como el agua mineralizada y algunos tipos de fibras (lana, por ejemplo). Inmediatamente después de este contacto se experimenta incomodidad, picazón, hinchazón, etcétera.
De origen vascular
Esta sensibilidad tiene relación con la fragilidad de las paredes arteriales. Bajo la influencia de ciertos factores internos (comida picante o alcohol) y externos (cambios bruscos de temperatura), la piel se enrojece y experimenta sensación de quemazón.
De origen atópico
Es la más sensible y está predispuesta a la hiper reactividad. Se debe prestar particular atención en la elección de productos para su cuidado porque es muy frágil.
¿Qué hacer?
Si se tienen algunos de los síntomas expuestos, de debe acudir con un especialista, quien prescribirá los productos adecuados.
