Pierde Rowling inmortalidad con el final de Harry Potter
México, DF.- Las últimas 15 páginas de la séptima entrega de la saga del mago adolescente Harry Pootter, en las que se narra un final feliz, impidieron la entrada de Joanne K. Rowling al círculo de los grandes escritores de la literatura fantástica de todos los tiempos, afirmó el escritor Daniel Krauze.
En entrevista el joven novelista, autor de la entrada de un “blog” en el que analiza la trascendencia literaria de la obra de Rowling, consideró que la escritora británica “traicionó lo que pudo haber sido un final maravilloso, complejo y lo intercambió por un final cómodo que dejaba contento a todo el mundo”.
No obstante que el séptimo libro tiene 750 cuartillas maravillosas, dijo, “en las últimas 15 Rowling pudo haber comprado su boleto al panteón de la gran literatura fantástica y simplemente lo tiró a la basura”.
De acuerdo con el autor de Cuervos, la creadora de Harry Potter nunca pudo despegarse de manera contundente del “concepto inicial” de su historia y permitirse escribir un final maduro y complejo, que la condujera directo a la lista de los autores consagrados del género fantástico.
El concepto inicial de Rowling que se plantea en el primero y el segundo libro, dijo, “le impidió (por más que quiso) convertir su historia en una obra de la literatura fantástica adulta, por que su concepto inicial, su plataforma, es un niño huérfano de 11 años que admira e idolatra a su director de escuela”.
Este, sostuvo, “es un principio demasiado pueril, demasiado infantil para que después de siete libros pretenda hacer literatura fantástica de la talla de Tolkien, por ejemplo, yo creo que el problema está en la idea inicial”, consideró.
Sin embargo, agregó, en el transcurso de su historia (iniciada en 1997) Rowling “hizo entregas más serias, más complejas, mucho más oscuras y ella creció como autora, ahora es mucho más educada, tiene un manejo mucho mejor de la trama, se hizo muy buena escribiendo diálogos”.
Después de una década, la madrugada del 21 de julio pasado se dio a conocer a nivel mundial el libro Harry Potter and the Deathly Hallows, última entrega de las aventuras del famoso mago, en el que una de las grandes expectativas era la de conocer el desenlace final que la autora daría a su saga.
Sin dar a conocer la conclusión, Krauze opinó que Rowling “traicionó lo que pudo haber sido un final maravilloso, complejo y lo intercambio por un final cómodo que dejaba contento a todo el mundo”.
“Estoy seguro -indicó- que (la historia) le fue creciendo en las manos, dudo mucho que haya pensado en lo que sucedería después, no creo que haya sabido que su libro se iba a transformar en un fenómeno literario, yo creo que ella comenzó a perfilar el final de su historia por hay del cuarto libro”.
El cuarto tomo, estimó, “es su primer libro más adulto, pero los tres primeros son libros del siglo XX, y sobre todo de la década de los 90, donde el bien triunfa sobre el mal sin ningún problema, donde le regalan a Potter una escoba maravillosa que es el equivalente a un carro último modelo, es la historia del final feliz”.
A pesar de los altibajos en la historia, el joven novelista opinó que la entrada de la escritora británica al “salón de la fama” de la escritura fantástica universal “está por verse”, aunque, dijo, “creo que nunca se va poder comparar con los grandes de la literatura fantástica.
“Apuesto que en cuatro años nadie se va acordar de Dan Brown, el escritor de El Código Da Vinci, así como nadie se acuerda del autor de Parque Jurásico, que fue un fenómeno en 1993; Rowling es un caso distinto porque son libros más complejos e interesantes de lo que la gente quiere admitir, es una fantasía bien armada, pero de ahí a compartir tumba con los grande está por verse”, concluyó.
