Nacional Salario mínimo Seguridad Narcotráfico Generación Z Pensión Bienestar

Pierden la vida y su identidad tras el sueño americano

La SRE de 2000 al 6 de noviembre de 2006, ha identificado 2 mil 116 mexicanos que han muerto al intentar atravesar la frontera hacia Estados Unidos, en esta cifra están incluidos los 774 cuerpos no reconocidos o no reclamados.

EL UNIVERSAL

MÉXICO, Df.- Ya no alcanzaron a ver su cuerpo ni su rostro, sólo llegaron sus cenizas a mediados de 2006 al cementerio de Pachuca, Hidalgo, para ser sepultado como era su voluntad. Se trataba de los restos mortuorios de Eusebio Luna Mar, quien en mayo de 2005 decidió irse a trabajar a Estados Unidos de manera indocumentada, pero que en esa misma primavera perdería la vida en su intento.

Fue aquel mayo cuando Eusebio pasó a formar parte de las estadísticas de alrededor de 774 mexicanos muertos en frontera no identificados.

Había pasado un mes y medio de la última vez que hablaron con él. Se comunicó desde Sonoita, Sonora, para decir que estaba a punto de ?pasar al otro lado?. En los primeros días, no hubo mortificación de su esposa y familiares porque en 1999, cuando también se fue de ?mojado? a Estados Unidos y durante los tres años que permaneció allá trabajando en los campos agrícolas, las llamadas telefónicas fueron casi nulas.

Transcurridos los más de 45 días de no saber de la situación de Eusebio, Margarita Hernández, quien era su pareja sentimental, decidió reportar su pérdida a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), institución que 20 días después del reporte se comunicó con Margarita para decirle que había un cuerpo con características similares al descrito por ella.

Sin embargo, las autoridades mexicanas decidieron confirmarlo a través de la toma de muestras de ADN. La hermana del migrante asistió a la Ciudad de México para que le tomaran la muestra y seis meses después se confirmó que el cuerpo encontrado era el de Eusebio.

En estas mismas fechas, Federico Luna Mar, hermano de Eusebio, recibió una llamada de la SRE, pidiéndole su autorización para cremar el cuerpo debido al estado de descomposición. Federico a pesar de la oposición de sus otros seis hermanos, aceptó. Los restos llegaron a Pachuca procedentes de Estados Unidos, casi diez meses después de su fallecimiento.

La SRE de 2000 al seis de noviembre de 2006, ha identificado dos mil 116 mexicanos que han muerto al intentar atravesar la frontera hacia Estados Unidos (en esta cifra están incluidos los 774 cuerpos no reconocidos o no reclamados), entre los que las principales causas de fallecimiento son, por orden de importancia, deshidratación, accidente vehicular y ahogamiento.

Según la Cancillería mexicana el lugar de mayor índice de fallecimientos es la zona desértica de Arizona (el corredor Naco-Douglas; Luckeville-Sonoyta, El Sásabe; límites de la reservación de los Papagos o Reservación India e los Tohono O?Odham; y el desierto de Yuma).

Asimismo, se han presentado un número considerable de muertes en la zona desértica de California en el cerro del Centinela, la población de Los Algodones y el Canal Todo Americano. Otros sitios con incidencias son las vegas del Río Bravo en la frontera de Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas con Nuevo México y Texas, respectivamente.

De acuerdo con Claudia Smith, representante de la organización proinmigrante Fundación de Asistencia Legal Rural de California existen más de mil migrantes ?sin nombre? que fallecieron durante los últimos doce años y que, por su condición de ?no identificados?, yacen abandonados en fosas estadounidenses a lo largo de la frontera entera.

Únicamente en lo que va de este año se han encontrado los cadáveres de por lo menos 103 migrantes ?11 de ellos en tramo entre California y Baja California. Los 103 son un cuarto del total de las muertes ocurridas desde enero.

De acuerdo con Smith, aproximadamente 400 de los más de mil migrantes no identificados sucumbieron en el desierto Imperial y están enterrados en el poblado de Holtville, California ?bajo tierra rasa y con apenas un ladrillo en el que puede leerse un número y la inscripción ?John Doe? o ?Jane Doe? (los apelativos para los que mueren ?sin nombre?) para indicar las fosas. Esta es la concentración más alta de migrantes ?sin nombre?.

Para una mejor identificación y en los casos más complejos, la Secretaría de Relaciones Exteriores utiliza el Sistema de Identificación de Restos y Localización de Individuos (SIRLI) implementado en las Representaciones Consulares de México en Estados Unidos y en las Delegaciones Foráneas creado a mediados de 2005.

El sistema tiene como principal objetivo proporcionar las herramientas necesarias para la identificación de los connacionales que ha perdido la vida en el extranjero, y que como se sabe, sucede con mayor frecuencia en la franja fronteriza del sur de los Estados Unidos.

En un lapso de 20 meses, el SIRLI ha atendido mil 895 solicitudes de localización y cuenta con 704 archivos forenses.

Los cuerpos que no han sido reclamados o identificados, en primera instancia, son trasladados a la morgue del condado correspondiente, donde son conservados el tiempo que marque la legislación de cada ciudad, condado o estado, para su plena identificación. Si no se alcanza ese objetivo son trasladados a la fosa común.

Al ser informados los consulados mexicanos sobre el hallazgo de los restos se realiza una búsqueda de cualquier información en sus pertenencias que permita establecer contacto con los familiares como son credenciales, actas de nacimiento, números telefónicos o de acuerdo con su media filiación, características físicas y pertenencias. Ingresados estos datos al Sistema SIRLI, se establecen similitudes entre los restos y el connacional desaparecido que está siendo buscado por sus familiares.

Una vez agotadas las posibilidades de realizar la identificación por otros medios se solicita a los familiares del fallecido acudan a la Delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores. o Representación Consular más cercana a su domicilio, a fin de que sea tomada la muestra de sangre del familiar de la rama materna, es decir la madre, hermanas, hermanos, abuela o abuelo materno, tíos o primos maternos, etcétera, para efectos comparativos con los análisis previamente practicados a las personas fallecidas y no identificadas.

En octubre del año 2005 se firmó un Acuerdo de Colaboración con la Universidad en Baylor en Texas, para realizar las pruebas de ADN Mitocondrial de los connacionales fallecidos no identificados. La prueba consiste en extraer ADN de la osamenta y compararla con los resultados de ADN de las muestras de sangre del familiar.

De acuerdo con información de la SRE, este método ha permitido la identificación de 15 connacionales. Sin embargo, es importante señalar que existen muchos casos pendientes de resultados de ADN, toda vez que en ocasiones la extracción de muestras óseas para ADN resulta compleja, dadas las condiciones climáticas a las que estuvieron expuestos los restos humanos.

Eusebio Luna Mar fue uno de los 57 connacionales que hasta la fecha y desde que se puso en marcha el SIRLI, han sido identificados por este método, además forma parte de los 15 mexicanos a los que se les tomó muestra de ADN para confirmar su identidad.

Para Claudia Smith este trabajo no ha sido suficiente y advierte que si el Gobierno mexicano continúa sin establecer mecanismos para que el proceso de identificación se institucionalice para que sea más ágil y los costos disminuyan, lo demandará ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por violar el derecho de los familiares de dar sepultura a sus migrantes.

México recibió 24 mil millones de dólares en remesas en 2006

Los mexicanos que viven y trabajan legal o ilegalmente en Estados Unidos enviaron durante 2006 a sus lugares de origen remesas superiores a los 24 mil millones de dólares, sin que sean suficientes para revertir los niveles de marginación, desempleo y pobreza que permean diversas zonas del país.

Establece lo anterior un análisis del Grupo de Trabajo de Migración de la bancada del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados difndido este domingo el cual subraya que el marco legal que regula a las empresas y casas de cambio que transfieren los recursos ?es prácticamente inexistente?.

El coordinador de dicho grupo de trabajo, Edmundo Ramírez Martínez, subrayó que el envió de dinero de Estados Unidos a México aumenta de manera paulatina por lo que ?es lamentable? que la falta de un marco legal permita a empresas y casas de cambio dedicadas a esa actividad todo tipo de abusos.

El priista destacó que 98% de las remesas que se envían por ?mecanismos formales? y que se son registrados por el Banco de México, se utilizan para bienes de consumo de las familias beneficiadas, como puede ser la compra de un televisor, la construcción de una casa, alimentación, ropa y otro tipo de gastos que no repercuten en la comunidad.

"Sólo 2% de las remesas, que en el 2006 según estimaciones del Banco de México fueron del orden de los 24 mil millones de dólares, se invierte en proyectos productivos que fomenten el empleo, la infraestructura de las comunidades expulsoras de mano de obra o la creación de empresas familiares que permitan frenar la migración", destaca el análisis del PRI.

Edmundo Ramírez expuso que se requiere un mayor compromiso del Estado Mexicano, sobre todo de los poderes Ejecutivo federal y Legislativo en favor de programas que permitan aprovechar el potencial de las remesas, mediante proyectos con inversión.

Leer más de Nacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 254433

elsiglo.mx