¿Para qué queremos el poder?, pregunta más de uno, y agregan, si ya somos “reinas del hogar”. Diputadas de la LX Legislatura acaban de dar una buena respuesta.
Porque, reinitas y todo, una de cada cinco mujeres en México es agredida por su pareja actual. Reinitas y todo, el feminicidio prende focos rojos en todo el país. Reinitas y todo el contagio del VIH y del virus del papiloma humano a mujeres ha ido en aumento. Reinitas y todo una cultura que coloca a las mujeres escalones abajo nos tiene –bien dice Marcela Lagarde- en situación de emergencia.
La lucha para revertir la desigualdad tiene muchos frentes. Uno de ellos se encuentra en la Cámara de Diputados, donde se toman decisiones que afectan a muchas personas.
El camino para incluir mujeres en el recinto legislativo tiene una historia de medio siglo. Pero el camino para que las mujeres que llegaban a las cámaras incluyeran una mirada que pusiera atención a la problemática de las mujeres es mucho más reciente.
Ahora son cada vez más las alianzas que realizan legisladoras que, con distinta filiación partidista, han entendido que la desigualdad nos afecta a todas y para revertirla también nos necesita a todas. El reto ha sido, más allá de las disidencias, aliarse en las coincidencias.
Ese trabajo, que no ha sido sencillo, empieza a rendir frutos desde hace algunos años.
En la pasada Legislatura, por ejemplo, se hicieron todos los trabajos y negociaciones para sacar adelante la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Y en ésta se acaba de aprobar, dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación 2008, la mayor cantidad de recursos para programas que beneficiarán a mujeres.
No es menor este logro. Más allá de los discursos bonitos y políticamente correctos, la hora de asignar el presupuesto es la hora de las verdades. Porque en un país, como una casa, el dinero que se dispone para cada actividad nos muestra cuáles son las prioridades.
Por eso antes ni figurábamos en el presupuesto. Luego, por ahí estaba una que otra partida presupuestal. Más tarde se lograron incorporar unas partidas en algún anexo. Después comenzó la lucha por etiquetarlos para que a nadie se le ocurriera –como a más de uno se le ocurría- destinarlos para otra cosa “más importante”.
Pero esta vez hay logros importantísimos, como la ampliación y etiquetación del presupuesto. Resultados que, como dijo la diputada Maricela Contreras, presidenta de la Comisión de Equidad y Género, muestran que la batalla que dieron muchas diputadas, a través de una ardua labor de cabildeo a lo largo del año, no fue en vano.
De acuerdo con la información publicada por CIMAC (www.cimacnoticias.com, noviembre 12-14), aquí le cuento de algunos dineros que las aguerridas diputadas de esa comisión y de otras, como la de Presupuesto, consiguieron.
Para el combate a la violencia contra las mujeres obtuvieron más de 600 millones de pesos, de los cuales 500 serán para operar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; 70 para la instalación de un refugio que atienda a mujeres y niñas víctimas de trata; y 60 más para la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia contra las Mujeres (Fevim) y la Comisión Especial para atender los feminicidios en el país.
Para operar la Ley de Igualdad entre Hombres y Mujeres, 200 millones de pesos.
Para impulsar un proyecto piloto que identifique las comunidades de alto riesgo para las mujeres con respecto al contagio del virus del papiloma humano, 250 millones. Además habrá recursos para instalar el primer centro de atención que se especialice en cáncer de mama.
Asimismo, consiguieron incorporar a la Secretaría de la Defensa Nacional 200 millones para la capacitación y sensibilización de la cultura de paz y perspectiva de género para sus efectivos.
En total se aprobó un presupuesto de 7 mil 500 millones de pesos para varios proyectos y programas de mujeres, el más grande obtenido hasta ahora y, sobre todo, etiquetado.
Incluso lograron la inclusión del Artículo 25 en la que el Ejecutivo se compromete a impulsar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, mediante la incorporación de la perspectiva de género en los programas de la Administración pública federal, con indicadores e informes trimestrales.
De modo que esta semana diputadas de la LX Legislatura, como Maricela Contreras, Martha Tagle, quien le ha dado seguimiento a todo el proceso presupuestal, Elsa Conde, Susana Monreal y Marina Arvizu, dieron un claro ejemplo de lo mucho que pueden hacer las mujeres por otras mujeres cuando se tiene poder real.
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