En el país sólo hay dos gobernadoras Amalia García en Zacatecas e Ivonne Ortega en Yucatán. (Archivo)
Información del INEGI y del Instituto Nacional de las Mujeres señala que en las subsecretarías de Estado las mujeres representan 13.5%.
Las mujeres concluyen: en política no hay igualdad de género. Advierten que pese al avance en otros campos sociales, en los espacios de toma de decisión se mantiene la imposición masculina sin importar el daño que, dicen, hacen a la sociedad.
El índice de desigualdad que presentó el Foro Económico Mundial 2007 deja a nuestro país en el lugar número 76 en cuanto al empoderamiento político de la mujer, al considerar su participación de 12.5% dentro de las secretarías de Estado.
Pese a que la Constitución advierte la igualdad entre hombres y mujeres, las cifras son interesantes: en el Poder Ejecutivo las mujeres representan 20%, en el Gabinete ampliado 8.3% y en el staff de la Presidencia de la República 28.57%.
Información del INEGI y del Instituto Nacional de las Mujeres señala que en las subsecretarías de Estado las mujeres representan 13.5%, 11.4% son oficiales mayores, 16.8% son titulares de unidad, 14% jefes de unidad y 38.6% asesoras.
En el Poder Judicial representan sólo 18.18%, cifras que se mantienen en el Congreso de la Unión. En el Senado las mujeres ocupan apenas 18% de representación y en la Cámara de Diputados 23.4%.
Pese a que las cuotas de género en los tres principales partidos es de 50% para hombres y 50% para mujeres, la realidad es diferente. Veamos:
Por partido, en San Lázaro el PAN tiene 25% de mujeres, el PRD 21%, el PRI 17%, el Partido Verde 41%, Convergencia 23%, el Partido del Trabajo 16%, Nueva Alianza 44%, Alternativa 40%. En cuanto a gobernadoras, sólo hay dos: Amalia García en Zacatecas e Ivonne Ortega en Yucatán.
Cifras de la Organización Internacional del Trabajo apuntan que sólo 3% de los puestos ejecutivos de las mayores empresas del mundo están ocupados por mujeres y 13% de los parlamentarios está ocupado por ellas, dato que corrobora la desigualdad de género evidente.
En contraste, el organismo hace notar que a nivel mundial la participación de la mujer en otros ámbitos de la vida laboral se ha incrementado hasta alcanzar 40%.
Además de estar presente mayoritariamente en los trabajos no-remunerados, como el cuidado de la casa, la preparación de los alimentos de la familia, el cuidado de los enfermos en el hogar y la ardua y permanente tarea de cuidar, educar y formar a los infantes.
México firmó el instrumento llamado Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, el cual en su artículo tercero señala que las mujeres tendrán derecho a ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas establecidas por la legislación nacional, en condiciones de igualdad con los hombres, sin discriminación alguna.
En este orden de ideas, el Estado mexicano tiene la obligación de velar por el respeto a la equidad de género, tal como lo considera la Ley General para la Igualdad de Hombres y Mujeres.
Graciela Ortiz, secretaria de Acción Electoral del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, sostiene que la equidad de género en México se encuentra en un “proceso evolutivo, pero no ha alcanzado niveles aceptables para decir que vamos rumbo a la equidad”.
Dice que los avances que hay en equidad sólo son superficiales. Recuerda que son escasas las mujeres que han ocupado cargos ejecutivos estatales como las ex gobernadoras Griselda Álvarez, Beatriz Paredes, Amalia García, Ivonne Ortega, Dulce María Sauri o Rosario Robles.
Hace notar que el PRI es el partido que le dio el voto a la mujer que reformó sus estatutos para que hubiera 50-50 en las candidaturas a diputados locales y federales y senadores, “pero no se ha cumplido a cabalidad”.
La priista coincide con la secretaria de Organización del CEN del PRD, Dolores Padierna, quien afirma que los partidos políticos están muy lejos de lograr la igualdad en sus filas como consecuencia de una “cultura patriarcal” que las mantiene marginadas.
