Actualmente once mujeres integran el selecto ‘club de féminas’ que gobiernan en el mundo.
La llegada de Cristina Fernández a la Presidencia argentina es un nuevo paso en la ardua conquista del poder por las mujeres, una lenta revolución a la que puede dar un impulso decisivo en 2008 Hillary Rodham Clinton en Estados Unidos.
Si Clinton logra su gran apuesta de regresar de inquilina en noviembre de 2008 a la Casa Blanca, donde ya ejerció como primera dama durante ocho años, será la duodécima integrante del selecto club de mujeres que gobiernan en el mundo.
Un gran paso en la historia de la Humanidad, como diría el astronauta Neil Amstrong, pero modesto en términos relativos si se tiene en cuenta que son 192 los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas.
Si la senadora Clinton, que oficializó su ambición el pasado 20 de enero al lanzarse a la carrera por la candidatura demócrata a la Casa Blanca, sustituye al republicano George W. Bush hará dos veces historia: una, por ser la primera presidenta de Estados Unidos, y dos, por dirigir los destinos de la primera potencia mundial.
Pero eso, hoy por hoy, es política-ficción; lo que sí es ya una realidad es que la senadora Cristina Fernández fue investida con todos los honores como presidenta de Argentina, con lo que se convierte en la primera mujer elegida democráticamente como jefa de Estado de ese país sudamericano.
Fernández, que recibió la batuta de mando de manos de su esposo, Néstor Kirchner, refuerza así la ola feminista representada desde enero de 2006 en América Latina por Michelle Bachelet, presidenta de Chile.
Socialista y madre de tres hijos, Bachelet dejará siempre escrito su nombre por ser la primera mujer en llegar por la fuerza de las urnas a la cabeza de un país de América del Sur.
EL PODER EN ASIA
Nunca es tarde si la dicha es buena, debió de pensar también la abogada Pratibha Patil, de 72 años, al convertirse el pasado julio en la primera presidenta de India, un cargo ampliamente honorífico en la mayor democracia del mundo, que ya tuvo a una mujer como primer ministro durante quince años en la figura de Indira Gandhi.
Gandhi forma parte de la primera generación de mujeres “de poder”, junto a las míticas Golda Meir, Benazir Bhutto y Margaret Thatcher, en cuyos caracteres destacaba un cierto toque masculino.
Una de ellas, Benazir Bhutto, la ex primera ministra paquistaní, volvió este año a primera plana al regresar a su país con la intención de participar en las elecciones legislativas previstas para enero próximo.
Aunque la socialista francesa Ségolene Royal fracasó en mayo pasado en su lucha por el Elíseo, que conquistó el conservador Nicolas Sarkozy, otra europea, la alemana Angela Merkel -canciller desde noviembre de 2005-, ha marcado, un año más, con su fuerte impronta la política de la Unión Europea.
Conservadora, protestante, divorciada y vuelta a casar, sin hijos, Merkel aparece, por segundo año consecutivo, como la mujer más poderosa del mundo en la clasificación de la revista “Forbes”.
JEFAS DE ESTADO
Además de Fernández, Bachelet, Patil y Merkel también son ahora jefas de Estado la católica irlandesa Mary McAleese, la socialdemócrata finlandesa Tarja Halonen, la economista liberiana Ellen Johnson Sirleaf, la abogada filipina Gloria Arroyo Macapagal y la psicóloga letona Vaira Vike-Freiberga.
Completan el plantel las primeras ministras de Nueva Zelanda, la laborista Helen Clark, y de Mozambique, la economista Luisa Diogo.
Hay que sumar la ministra suiza de Asuntos Exteriores y vicepresidenta, Micheline Calmy-Rey, cuyo cargo de presidenta del país helvético es rotatorio entre los miembros del Gobierno Federal colegiado y sólo dura un año, con lo que expira a finales de 2007.
Lo que no caduca es el Premio Nobel de Literatura que este año también tiene nombre femenino: Doris Lessing, una británica comprometida con las mujeres y marcada por sus vivencias en África.
Tampoco tienen una fecha predeterminada los soberanos, salvo que decidan abdicar o sean derrocados. De los 46 países en el mundo cuyo jefe de Estado es un rey, emperador, emir o sultán sólo tres mujeres están en la lista: Isabel de Inglaterra, Margarita de Dinamarca y Beatriz de Holanda.
El desfase entre hombres y mujeres en los centros de poder político es más que patente en los parlamentos, donde apenas un 16 por ciento de sus escaños está ocupado por féminas, por no hablar de las grandes organizaciones internacionales donde a día de hoy brilla la china Margaret Chan, elegida hace un año al frente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
EN EL MUNDO LABORAL
Pese a la irrupción de la mujer en el mercado laboral, especialmente en el mundo occidental, su visibilidad en los puestos directivos más altos es casi anecdótica, si se excluye a las directoras de la multinacional Pepsi Co, Indra Nooyi, o del gigante de las telecomunicaciones Alcatel-Lucent, Patricia Russo.
Aún queda mucho terreno por andar pese a que algunos, como el escritor colombiano Álvaro Mutis, piensen que “la mujer es siempre superior al hombre” porque, entre otras cosas, es “dueña de la naturaleza, del mundo”.
Bachelet, el poder y el machismo
La elección de Michelle Bachelet como la primera mujer presidenta de Chile el año pasado fue saludada en su país y en el exterior como un sólido golpe al machismo.
Similares reacciones surgieron cuando en octubre Cristina Fernández fue elegida para suceder a su marido Néstor Kirchner en la Presidencia argentina.
Pero instalada desde marzo de 2006 en el sillón presidencial, Bachelet ha comprobado que el golpe asestado al machismo por su elección puede haber sido fuerte, aunque en ningún caso mortal, y reconoce que muchas de las críticas que recibe, especialmente por una supuesta falta de liderazgo, son por ser presidenta-mujer.
“Soy realista y no me quejo”, dijo en una entrevista con el diario El Mercurio. “Ya se aprenderá que los liderazgos femeninos no tienen qué ver con la capacidad de tomar decisiones, sino con el estilo que se sigue”.
La presidenta dijo que no hay diferencias entre los liderazgos masculinos y femeninos, y que “no todas las mujeres pueden ser iguales a Margaret Thatcher”, la ex primera ministra británica cuyo estilo le ganó el apodo de Dama de Hierro.
“Algo que me ha pasado mil veces en la vida es plantear una idea siendo la única mujer en un grupo de hombres, y ellos decían mmmhhh”, comentó Bachelet. “Después, un hombre tomaba la misma idea, le ponía un par de adornitos, y todo el mundo decía ¡genial, brillante, espectacular!”
Bachelet incluso recogió el término “femicidio político” con que una revista local calificó las críticas que se le hacen con un sesgo machista.
La escritora chilena Isabel Allende, declarada partidaria de Bachelet, se quejó de que en una reciente visita a Chile algunos conocidos le comentaron que con Bachelet la mujer chilena había tenido su primera y última oportunidad de llegar a la Presidencia.
En una encuesta realizada en julio por la empresa MORI, 34% de los consultados dijeron que la Presidencia de Bachelet influirá negativamente en las posibilidades de que otra mujer sea elegida.
La directora de MORI, Marta Lagos, dijo que “hay una buena parte del país que está dando una recompensa o un castigo al desempeño de la mujer en política de acuerdo con esta primera prueba”, el Gobierno de Bachelet. “Eso es claramente una indicación de machismo, pero ésta es la cultura chilena”.
En una columna en el diario La Tercera, la cientista política María de los Ángeles Fernández resumió así la situación: “La presidenta Bachelet constató una realidad: el doble estándar para juzgar el desempeño político de acuerdo al sexo”.
PREFIERE MAYORÍA DE VOTANTES HISPANOS A HILLARY
Una mayoría de hispanos registrados para votar y que residen en los cinco estados de Estados Unidos con más población latina prefiere a Hillary Clinton como la próxima presidenta del país, según datos de un sondeo divulgados ayer.
Un 42 por ciento de los hispanos encuestados afirmó preferir a la actual senadora por Nueva York y ex primera dama de Estados Unidos para ocupar la Casa Blanca después de las elecciones de 2008, indicó el sondeo elaborado por la compañía de medios de comunicación hispanos Impremedia y la empresa Avanze.
El sondeo se efectuó en los estados de California, Illinois, Nueva York, Florida y Texas, informó ayer El Diario/La Prensa y reveló también que el 35 por ciento de los encuestados no tiene decidido aún su voto.
El 58 por ciento de los hispanos está registrado como demócrata, un 20 por ciento como republicano y un 15 por ciento como independiente o afiliado a otra formación política, destacó la encuesta.
La mitad de los hispanos prefiere que el Partido Demócrata tome las riendas de este país a partir de las próximas elecciones, frente a 20 por ciento que se inclina por los republicanos.
Una mayoría de hispanos, el 62 por ciento, confía en que los demócratas gestionarán mejor la economía, frente a un 24 por ciento que prefiere que los republicanos se ocupen de esos asuntos.
Un 14 por ciento dijo que no veía diferencia alguna o no confiaba lo suficiente en unos u otros a la hora de manejar los asuntos económicos.
Un 39 por ciento de los potenciales votantes hispanos se considera conservador, mientras que un 36 por ciento piensa que es moderado y un 21 por ciento se describe como liberal.
Sin embargo, más de la mitad de los conservadores afirmó estar registrado con el Partido Demócrata, al igual que el 58 por ciento de moderados y el 65 por ciento de que se describe como liberal.
Se da la paradoja de que entre los votantes registrados como republicanos uno de cada cinco afirmó estar a favor de un candidato demócrata, mientras que el 44 por ciento declaró que no tiene preferencias por un aspirante en particular.
Entre los hispanos demócratas, Hillary Clinton es la favorita de un 55 por ciento de potenciales votantes, comparado con un seis por ciento que asegura preferir a Barack Obama, quien despierta más simpatías entre hispanos con mayores niveles de ingresos y de educación.
Rudolph Giuliani es el favorito de un 23 por ciento de los hispanos registrados como republicanos, aunque un 44 por ciento está aún indeciso acerca de a cuál de los aspirantes republicanos daría finalmente su apoyo.