Podría ser la incapacidad para regular el elemento una explicación importante para entender el padecimiento.
EFE
San Francisco.- La incapacidad para regular adecuadamente la producción de cobre puede ser la causa de las depresiones posparto, un mal que sufren un 15 por ciento de las nuevas mamás, según un estudio publicado en una revista científica.
La investigación, publicada en el último número del "Journal of Trace Elements in Medicine and Biology", muestra que las mujeres que sufren depresiones tras dar a luz tienen un nivel de cobre en la sangre más elevado que las demás.
De acuerdo con William Walsh, coautor del estudio y director del Centro de Tratamiento Pfeiffer, "este podría ser el eslabón perdido en el misterio de la depresión posparto".
Walsh y el doctor John Crayton, de Loyola University en Maywood, Estados Unidos, estudiaron 14 mil pacientes entre 1990 y 2002, y seleccionaron 902 casos de mujeres de entre 30 y 60 años.
Los investigadores dejaron fuera los casos de pacientes con enfermedades psiquiátricas previas y midieron el nivel de cobre y zinc en la sangre de 78 mujeres que habían sufrido depresiones posparto.
Tras comparar estos resultados con los de otros grupos de hombres y mujeres sin depresiones y mujeres que sufrieron depresiones no motivadas por un nacimiento, encontraron que las madres con depresión posparto tenían niveles de cobre más elevados.
El mal se traduce, entre otras cosas, en falta de energía, dificultades para dormir, abatimiento, poco interés en el recién nacido y, llevado al extremo, impulsos suicidas u homicidas.
"Esto causa grandes molestias en sus vidas", dijo Walsh sobre un mal que a menudo le toca a quien menos se lo espera, mujeres ilusionadas con el nacimiento de sus hijos y con parejas y vidas estables.
A lo largo del embarazo, los niveles de cobre, un nutriente esencial presente en muchos alimentos y el agua, suben al doble para cubrir las necesidades del bebé, pero en el caso de algunas mujeres la producción no vuelve a las cantidades normales una vez nacido el niño.
Investigaciones anteriores ya habían mostrado que, en cantidades elevadas, este mineral puede producir depresión, ansiedad y comportamientos violentos, pero hasta ahora no se había relacionado directamente la vulnerabilidad posparto con el nivel del mineral.
El estudio, no obstante, no despeja todas las dudas. Aún queda por saber por qué se produce este hecho, las razones genéticas pueden ser una explicación, ni qué es exactamente lo que ocurre con el exceso de cobre en el cerebro.