El presidente de Murray Energy Corporation, habla a la prensa frente a la entrada de la mina de American Energy, INC. En el cañón Crandall en las afueras de Huntington, EU. (EFE)
Dos perforaciones en una montaña de Utah podrían alcanzar en dos días el túnel donde seis mineros quedaron atrapados el lunes, según dijo hoy Murray, presidente y uno de los propietarios de la empresa minera en la que ocurrió el suceso.
Bob Murray explicó que la actividad sísmica, que ayer forzó a la suspensión de la excavación en el túnel derrumbado, ha cesado y que, si se pueden reanudar los trabajos, él mismo y otros dos mineros, familiares de los atrapados, ingresarán hoy al socavón.
Seis trabajadores quedaron atrapados a unos 450 metros de profundidad en la mina Crandall Canyon, en el centro del Estado de Utah, cuando se derrumbó el túnel en el cual trabajaban.
La empresa calcula que los obreros están a unos 610 metros de la entrada de la mina.
El presidente, George W. Bush, dijo hoy que había hablado por teléfono con el gobernador, Jon Huntsman, de Utah para interesarse por lo ocurrido.
"Me puso al tanto de los esfuerzos de socorro de los mineros atrapados", declaró Bush.
"Le dije que los pensamientos y las oraciones del país están con los mineros y sus familias, y que el gobierno federal ayudará en cualquier forma que se pueda", agregó.
Murray dijo que los equipos de socorro habían avanzado 120 metros desde el lunes hasta el martes por la mañana, cuando "la actividad sísmica obligó a la retirada de los excavadores y se perdió todo lo avanzado".
En una conferencia de prensa junto a la cabina portátil de la jefatura de policía, Murray dijo que tenía "dos buenas noticias", mientras en la carretera seguían transitando camiones que llevan vigas de madera, que son las que se usan para sustentar el techo del túnel que se va limpiando.
"La primera noticia es que la perforación iniciada desde lo alto de la montaña con un taladro (de 6.35 centímetros de diámetro) que se llevó allí con helicóptero había llegado esta mañana a los 138 metros", dijo Murray.
"El sitio donde suponemos que están los mineros está a 450 metros de la superficie", precisó.
"Si se mantiene el ritmo de excavación podríamos llegar al sitio en dos días", añadió.
"Pero también puede ocurrir que nos hayamos equivocado de dirección, aunque sea por unos pocos centímetros, y entonces habrá que comenzar todo de nuevo", aclaró.
"La segunda buena noticia es que la otra perforación con un taladro de 20 centímetros comenzó esta mañana y ésta, sin duda, llegará al sitio en dos días", explicó.
"El problema con este taladro es que requiere que se le coloque en posición muy precisa, y está en una ladera con un desnivel de 23 grados".
Las perforaciones, si llegan a la cámara subterránea donde se supone que están los obreros, permitirían la comunicación y el suministro de aire y alimentos.
Hasta ahora, no hay indicios de que estén vivos los seis trabajadores.
Mientras tanto, sigue sin aclararle qué es realmente lo que ocurrió el lunes.
Los primeros informes señalaron que hubo un sismo de casi cuatro grados en la escala Ritcher y luego ocurrió el derrumbe en la mina, mientras que otras versiones sostienen que el derrumbe causó los movimientos que percibieron los sismógrafos.